Gerontocracia: nos gobiernan personas que no saben ni abrir excel

Por CARLA PEÑA MOLLEDA

Estamos a unos días de que el presidente de esta nuestra comunidad cumpla los 80 años. Y este señor que debería llevar tres lustros jubilado resulta que se va a volver a presentar -y va a volver a ganar- las elecciones autonómicas en mayo de 2023.

A nadie le parece preocupar lo más mínimo que el futuro de su comunidad autónoma dependa de un anciano que él mismo reconoce que no sabe abrir word o excel. Ni siquiera enviar un whatsapp. A nadie le preocupa que el destino de sus hijos, y el de ellos mismos, dependa de una persona que, con esas nulas capacidades tecnológicas y que continuamente da la espalda a los avances tecnológicos, estaría despedido en cualquier empresa. Y no me estoy refiriendo a una gran empresa tecnológica, si no que es que Miguel Ángel Revilla no está actualmente capacitado ni para trabajar en Mercería Loli.

Pero esto no es algo propio de Cantabria, de hecho, si miramos al gran Imperio Americano veremos que están gobernados por un anciano que no es capaz ni de vestirse solo. Y ojo, no me estoy metiendo con él por ser capaz de vestirse o no vestirse sin ayuda, si no por ser una persona que a duras penas distingue Iran de Ucrania. El futuro de toda la humanidad en manos de personas incapaces. Y todo porque vivimos en una gerontocracia en la cual parece ser ilegal el decir alto y claro que a determinadas edades debería estar jubilado. Dedicar tu vida a tus hobbies, a dar paseos mañaneros, a dar de comer a patos en el parque, a cuidar a tus nietos, a subir fotos de los amaneceres de la Bahía... Bueno, esto último olvidadlo, que nuestro actual presidente no sabe ni usar el móvil para sacar una foto.

Gracias a Dios, las alternativas en el Gobierno de España no pecan de dar semejante vergüenza ajena. Tanto Sánchez, como Díaz, como Arrimadas o hasta Aitor Esteban parecen personas serias y estudiosas. Personas que no serían el hazmerreír de alumnos de primero de carrera si se metieran a impartir una clase universitaria. Esperemos, eso sí, que el PP reaccione, se ventile a Feijóo y presente para las elecciones generales a un candidato que sepa al menos decir: "Hello, my name is Alberto".

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