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Torrelavega ciclista

Una Semana Internacional del Ciclismo (las miras siempre bien altas), recuperando antiguas pruebas y de las que hay ejemplos, e incluyendo otras en distintas categorías podría ser un aliciente económico para la ciudad.

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Torrelavega ciclista
27-12-2020
TORRELAVEGA CICLISTA

No digo nada nuevo si afirmo que Torrelavega fue en su día y durante un largo periodo de tiempo una de las cunas del ciclismo español. Su posición ferroviaria estratégica y la gran afición a este deporte, que se potenció con Victorino Otero allá por la década de los años 20 del siglo pasado y que tuvo su continuidad con los hermanos Trueba, pasando después, entre otros, por Pepín Gándara, Manuel Martín Piñera, Julio San Emeterio y el último gran campeón torrelaveguense Óscar Freire, hizo que Torrelavega brillase con luz propia en el candelero deportivo nacional y, por qué no, europeo y mundial.

Hace unos días hablaba con Luis Diaz, un torancés de Aes ahora en la diáspora, acerca de su abuelo materno Luis "Papinas", ex boxeador, y que en cierta ocasión libró una apuesta (no recuerda cuál era la apuesta) a que ascendía en bicicleta el puerto de La Montaña sin manos, es decir, sin agarrar el manillar. Cuenta Luis que su abuelo la subió en una bicicleta de mujer y que ganó la apuesta, dándose cita en las orillas de la carretera un gran gentío, mucha de ella compañeros de su abuelo, que trabajaba en la Sniace.

Es posible que a raíz de aquella gesta le impusieran a su abuelo el apodo de "Walkowiak", ciclista francés de los años 50 que ganó un Tour de Francia gracias a meterse en dos escapadas, triunfo del que por cierto siempre renegó.

Ello me trajo a la memoria aquellos descensos de La Montaña en bicicleta sin cadena que durante bastantes años se celebró en Torrelavega. Si la memoria no me falla creo recordar que el récord se estableció por un ciclista que llegó hasta el puente de Torres. No se medía el tiempo empleado, sino la distancia recorrida. En las crónicas de la época se habla del gran éxito de aquella prueba y de cómo en los bares, en las tertulias y en los puestos de trabajo se vivía aquella experiencia de la que hoy en día sólo cabe imaginar.

Los tiempos cambian, cierto. Y Torrelavega es una fiel muestra de ello. Dinamizar la ciudad es una de las apuestas de las políticas municipales, cosa loable y muy necesaria, sin duda. Una Semana Internacional del Ciclismo (las miras siempre bien altas), recuperando antiguas pruebas y de las que hay ejemplos, e incluyendo otras (pruebas en velódromo, MTB bike, etc.), en distintas categorías podría ser un aliciente económico para la ciudad (y su comarca) de primera magnitud.