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Uno de los dos jóvenes ahogados en el Puerto Deportivo era capitán del juvenil Laredo

El segundo fallecido es Rubén Fernández Álvarez, de 19 años, quien perteneciera en años anteriores a las categorías inferiores del CD Laredo y CD Colindres. Al pareces se encontraban practicando la conducción cuando el coche se precipitó al agua.

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12-02-2017

Durante la madrugada del sábado al domingo ha tenido lugar en Laredo el triste suceso que ha acabado con las vidas de dos jóvenes de la localidad, al precipitarse su vehículo al agua en la zona del Puerto Deportivo, logrando salvar la vida un tercer ocupante del turismo.

Uno de los fallecidos es Dámaso Sebastián Aparicio, de 17 años, jugador y capitán del CD Laredo Juvenil, que ayer sábado por la tarde vencía 1-2 al Mioño, y donde Dámaso ocupó esta vez plaza en el banquillo, según ha informado el digital deportivo Contrameta.

El segundo fallecido es Rubén Fernández Álvarez, de 19 años, quien perteneciera en años anteriores a las categorías inferiores del CD Laredo y CD Colindres, al igual que Dámaso.

Uno de los jóvenes fallecidos, Dámaso Sebastián Aparicio, era capitán del juvenil Laredo

En el momento del producirse el incidente, por causas que se desconocen, había marea baja, por lo que el turismo cyló unos cuatro metros hasta la cota de agua y se sumergió aproximadamente seis metros más quedando encallado sobre el techo, en lodo del fondo marino.

El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió aviso del accidente, por parte de la Guardia Civil, minutos antes de las 01:20 horas. Hasta el lugar se movilizó a bomberos del propio servicio pertenecientes al parque de Laredo, Policía Local, 061, médico del SUAP de la villa, una embarcación de Salvamento Marítimo, una embarcación y buzos de Cruz Roja, y el grupo de apoyo psicosocial de la misma entidad.

A su llegada a la zona un Guardia Civil se tiró al agua sin poder acceder al vehículo debido a la baja temperatura que presenta el mar. Lo mismo hicieron tres bomberos, ya con trajes de neopreno, impidiendo su llegada hasta el coche la profundidad a la que se encontraba el mismo. Finalmente, fueron los buzos de Cruz Roja los que, con botellas de oxígeno, consiguieron descender hasta el turismo siniestrado.

El coche fué extraído del agua con la ayuda de los buceadores y una grúa de grandes dimensiones. Una vez en tierra, los efectivos del 112 sacaron los cadáveres de las víctimas, quedando a disposición de los equipos médicos que certificaron su muerte. El vehículo, por su parte, se dejó sobre las cuatro ruedas en zona segura para su retirada por parte de una grúa de automoción.