Un recorrido por la finca del Marqués de Valdecilla
Se trata de un espacio único puesto en activo por el Ayuntamiento de Medio Cudeyo, de incalculable valor histórico, etnográfico, natural y cultural destro de una finca de 14,8 Ha.


El pasado viernes nos desplazamos hasta Solares, con el fin de realizar una visita al espacio museístico "Finca del Marqués de Valdecilla". Se trata de un espacio único puesto en activo por el Ayuntamiento de Medio Cudeyo, de incalculable valor histórico, etnográfico, natural y cultural destro de una finca de 14,8 Ha, conformado por siete edificios: La Solana, la Casa Blanca, La Casuca, San Rafael, el Garaje y La Cabaña I y Cabaña II, además de una bella portalada barroca.
El más importante, donde se encuentra la recepción de visitantes es la "Casa Blanca", antigua residencia de Ramón Pelayo de la Torriente, Marqués de Valdecilla, construida en 1892. En su interior, en tres amplias plantas, el mobiliario original y otros objetos curiosos se complementan con aplicaciones multimedia, para hacer más comprensible la visita. Se contunús con "La Casuca", que era la vivienda de Mª Luisa Gómez Pelayo, sobrina y heredera del Marqués, en la que se muestra el modo de vida de una casa burguesa del principio del s. XX. Finalmente, la visita (hora y media de duración, magníficamente explicado por una ex-alumna mia: Pilar Torre) concluye con "San Rafael", antigua casa de invitados del Marqués de Valdecilla, con la capilla homónima.
En el jardín, es de resaltar la "Fuente de Benlliure", de granito y cerámica policromada y vidriada, obra de la 1ª mitad del s. XX, con la representación de una escena infaltil, con ocho niños y un cisne que soporta una pila en forma de concha, obra del escultor Maniaro Benlliure y Gil, en 1928. También es de destacar el conjunto de cuatro escultruras de mármol, atribuido al escultor chileno Virgilio Arias, realizadas en el primer tercio del s. XX, que representan a los cuatro continentes, tomando como modelo la iconografía de Ripa. La portalada, del s. XVII, procede de la Casa Quintana, en Penagos, desde donde fue trasladada entre 1935-36.
Si interesantes son los edificios, no menos importantes son los antiguos rodales de arbolado autóctono: tilos, encinas robles, bosque atlantico; así como otros americanos: roble americano, magnolios, etc., con unas vistas espectaculares hacia el sur, con los macizos más emblemáticos de la Cordillera Cantábrica, en sus tramos pasiego y trasmerano y una campiña verde y fulgurante.
Por último, señalar que Ramón Pelayo de la Torriente (Marqués de Valdecilla) fue un ilustre filántropo, nacido en el pueblo de Valdecilla en 1850. A los 14 años partió hacia Cuba, adquiriendo una modesta plantación de azúcar en 1892, para posteriormente convertirla en una moderna industria, hasta que en 1920 liquida sus negocios cubanos, regresando a vivir en su localidad natal, donde fallece en 1932. De espíritu altruista, sus contribuciones son innumerables: las modélicas Escuelas de Primera Enseñañza de de Valdecilla, el Ayuntamiento, el Juzgado, la Casa Cuartel, la Iglesia, el Comedor Escolar (proporcionaba desayuno y almuerzo a 150 niños y niñas de las localidades limítrofes); además, contribuyó con más de una quinta parte del coste del Palacio de la Magdalena, así como el 100% de la Casa de Salud "Valdecilla", hoyo conocido como Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, inaugurado en 1929.
También contribuyó a la construcción de más de 50 escuelas en Cantabria, con lo que convirtió a la provincia de Santander en la provincia más alfabetizada de España durante el primer tercio del s. XX. ¡¡GRACIAS, PILAR, POR TU ESPLÉNDIDA VISITA GUIADA...!!