Sánchez se estrena en Bruselas confiando en un acuerdo migratorio en el seno de la Unión Europea

Sánchez ha trasladado al conjunto de la opinión pública europea que la actitud del Gobierno de España ante esta reunión -y de cara al Consejo Europeo que se celebra los días 28 y 29 de junio-, "es constructiva e integradora; será la de aportar soluciones y compartir experiencias". A juicio del jefe del Ejecutivo, "la sociedad española y el conjunto de las instituciones de nuestro país pueden aportar mucho en cómo gestionar de manera eficaz la realidad migratoria".

El presidente del Gobierno ha reivindicado los valores europeos, "que no son más que la solidaridad entre Estados miembros y el respeto a los derechos humanos". En este sentido, Sánchez ha recordado que "los derechos humanos no están solamente en nuestros tratados sino también en las convenciones internacionales de las que forma parte la Unión Europea y el conjunto de los países de la Unión", por lo que ha reivindicado "una respuesta europea a un desafío global como es el de la migración".

Respecto a la organización de la llegada de los migrantes y su acogida, Sánchez ha insistido en que se trata de respetar los derechos humanos de aquellos migrantes que llegan a las costas europeas "y de tener y trasladar una política migratoria controlada y responsable".

Seis días después de que el buque Aquariusatracara en Valencia con 630 migrantes a bordo y la llegada de más de un millar de personas a las costas andaluzas en solo 48 horas, el desembarco masivo sigue sin cesar. Salvamento Marítimo rescató a lo largo del día de ayer a un total de 769 personas en aguas españolas. En el Estrecho fueron rescatadas 298 personas en 17 pateras, otras 342 en siete embarcaciones en Alborán y 129 en un cayuco en Canarias.

Por otro lado, las unidades de Salvamento Marítimo en el Estrecho han rescatado en la mañana del domingo a más de 150 personas, tal y como relataron en las redes sociales.

Mientras tanto, en aguas del Mediterráneo el buque de rescate Lifeline, propiedad de una ONG alemana, permanecía frente a las costas de Malta con 224 migrantes a bordo a la espera de que el Gobierno de la isla le permita atracar. Las autoridades de Malta, que se han negado a la acogida de los migrantes, se ofrecieron sin embargo a enviar provisiones y prestar asistencia médica a los pasajeros del buque.