“LAS HERMANAS DE MANOLETE�

10-10-2024

POR CLAQUETA

Título: “LAS HERMANAS DE MANOLETE”

Género: Teatro

Autor: Alicia Montesquiu

Dirección: Gabriel Olivares

Interpretes: Alicia Montesquiu, Alicia Cabrera y Ana Turpin

Sala: Pereda

Crítica: Posiblemente, diría seguramente la figura del torero, acentuando lo de torero, pues decir Manolete, ante sí era sinónimo de fama y de ubicación del personaje. Ahora es alguien difuso o de historia pasada, casi solo para taurinos.

Manuel Lauriano Rodríguez Sánchez, apodado artísticamente, “Manolete”, Córdoba,  4 de julio de 1917. Muerto por asta de toro, en la plaza de  Linares, el 29 de agosto de 1949. 32 años de existencia y posiblemente el diestro culmen de la llamada “Fiesta Nacional”. Famosísimo y admirado por todas las clases sociales, era un tipo oscuro, de figura alargada, ojos saltones y tristes, aparentemente nada simpático. Con unas dotes para la tauromaquia excepcionales. Para la sociedad española de posguerra era un auténtico ídolo a pesar de su personalidad, o quizás por ella. Pero en su vida, quizás convulsa, había a la hora de su trágica muerte, tres mujeres;  dos hermanas, Manuela y Remedios  y una posible novia, Lupe, prácticamente desconocidas, pero de importancia para su trayectoria.

La obra escrita e interpretada, en uno de  los tres papeles de mujer, únicos en la función por, Alicia Montesquiu; se inicia casi en el lecho de muerte de Manolete, donde descubriremos el potencial de estas tres mujeres, escondidas en el anonimato, obligado por una sociedad que entendía a la mujer solo como un complemento del hombre o como madres de familia.

Interpretada por la autora; desbordante de intensidad, Alicia Cabrera, aportando humor a la tensión y Ana Turpin, perfecta en estilo y glamour de la época. Son tres perfiles salidos de una escritura dramática de retrato en blanco y negro de mujeres con traumas; por el contrario de gran personalidad, que logran por su esencia interesarnos en el descubrimiento de los personajes.

Tres historias personales, en una sola, a través de  una desembocadura obligada. Las de vivir a la sombra de la estrella fulgurante, pero vivir o al menos intentarlo.

Gabriel Olivares, un director que saca bastante partido, respetando los textos, ha creado un montaje, desde dos visiones. A modo de thriller cinematográfico, desde adentro de un posible rodaje. La otra con interrupciones  explicativas  al estilo del  teatro de Bertolt Brecht. Para mostrar una especie de sentido crítico del argumento expuesto. Creando un ritmo escénico de película, cercano al espectador.

Una dirección muy experta, en la que se dan cita una serie de elementos bien conjuntados, como son el intenso diálogo de las actrices, basado en un interesante texto. Con una resolución de los diferentes espacios, que se requiere para la historia. Una buena iluminación, para ambientar los lugares que se citan; un vestuario perfecto de la época; y por último una música, con aquellas coplas de los años cuarenta, muy sugerentes y otras curiosamente muy actuales , pero sugerentes.