La violencia con armas de fuego vuelve a golpear Torrelavega: tiroteo sin heridos junto a Sniace


Torrelavega vuelve a estremecerse ante un nuevo episodio de violencia con armas de fuego. Esta vez, el escenario ha sido el entorno de las antiguas instalaciones de Sniace, donde este lunes, en torno a las 13:00 horas, se produjo un tiroteo que, afortunadamente, no dejó heridos, pero sí muchas preguntas abiertas y un regusto amargo de preocupación creciente. La Policía Nacional investiga ya los hechos tras recibir el aviso de los vecinos, que alertaron al Centro Inteligente de Coordinación Mando y Control (CIMACC) tras oír las detonaciones.
Aunque la información oficial avanza con cautela, algunas fuentes consultadas apuntan a una posible disputa entre grupos que frecuentan la zona, presuntamente para saquear materiales de la fábrica en desuso. Estas mismas voces, ajenas a la versión policial, relacionan el incidente con enfrentamientos entre “clanes” por el control de los residuos férricos del lugar. Desde el Ayuntamiento, sin embargo, sí se ha ofrecido una versión más directa: se trataría de un nuevo conflicto entre dos grupos enfrentados por ese mismo motivo.
Este incidente se suma a una cadena de sucesos que, lejos de parecer anecdóticos, evidencian un patrón de violencia que se está cronificando en el municipio. Hace apenas dos meses, un hombre resultó herido por arma de fuego en el aparcamiento de Pintor Varela. Antes de eso, en noviembre, una joven fue alcanzada por una bala en el doble tiroteo de Barreda y Campuzano, y en junio, otro intercambio de disparos tuvo lugar en el Barrio Covadonga. La escalada, aunque descrita como "puntual" desde ciertos sectores, dibuja una realidad cada vez más inquietante.
El alcalde, Javier López Estrada, visiblemente indignado, no ha dudado en alzar la voz con contundencia: “Es vergonzoso que sigamos viviendo con criminales en nuestra ciudad. Exigimos al Ministerio del Interior y a la Delegación del Gobierno que actúen con todas las herramientas del Estado. No se puede tolerar el uso de armas de fuego en nuestras calles”, declaró.
Apenas ha pasado un mes desde que el Pleno del Ayuntamiento aprobase –a iniciativa del Partido Popular y con la abstención de PSOE e IU– la petición formal de un refuerzo policial urgente. Hoy, el alcalde, acompañado del concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega, ha reiterado esa demanda, señalando directamente a la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, como la responsable última de actuar con inmediatez.
Las zonas críticas están perfectamente identificadas por el Consistorio: El Hoyo (Campuzano), el barrio del Agua (Barreda), y puntos calientes en Ganzo y Covadonga. En todos ellos, señalan, operan clanes que viven “al margen de la ley” y que siembran el miedo entre los vecinos.
Pese a manifestar su confianza en las fuerzas del orden, el gobierno municipal insiste en que los medios actuales son insuficientes para contener una situación que cada vez preocupa más a la ciudadanía. “No se trata de hechos aislados”, ha puntualizado el líder del PP en la ciudad, Miguel Ángel Vargas. “Son conductas que se repiten con demasiada frecuencia y que requieren más medios y directrices claras. No podemos seguir esperando a que ocurra una tragedia mayor”, concluyó.
La sensación en las calles es clara: algo está fallando. Y si bien no se puede generalizar ni criminalizar a barrios enteros, tampoco puede ignorarse que la seguridad en Torrelavega necesita una respuesta estructural, urgente y sin más dilaciones. Porque mientras se debate en los despachos, en las calles se siguen oyendo disparos.