La manzana envenenada de Bankia a los minoristas de la OPV que acudieron a los tribunales
Lo que pretende Bankia es que habiendo obligado a los afectados minoristas a acudir a la vía judicial para reclamar por la inapropiada salida a bolsa de la entidad en 2011, sea el propio minorista el que corra con los gastos.
Bankia acaba de hacer público que va a devolver el dinero a los minoristas que acudieron a la OPV para lo cual provisionó 1.840 millones de eurospara las devoluciones y los gastos derivados de las reclamaciones judiciales. Hasta ahí, parece que la entidad ha tenido una deferencia con los clientes que confiaron en una OPV y que perdieron la mayoría de su inversión en el banco de toda su vida.
Para los clientes que acudieron a la vía judicial, lo que precisa la entidad para que puedan acudir a esta devolución es firmar el desistimiento del procedimiento judicial. ¿Y que supone esto para el cliente? Por un lado, perder la provisión de fondos que hubiera entregado y ahorrársela a Bankia, que está perdiendo la práctica totalidad de los procedimientos judiciales con condenas en costas, pero además el cliente corre el riesgo de que el abogado le pase una factura por los honorarios que hubiera debido aplicarle siguiendo los criterios orientadores del Colegio de Abogados.
Hay que tener en cuenta que las provisiones de fondos de los abogados son cantidades que suelen menores que lo que marcan los criterios orientadores de los Colegios de Abogados, con el fin de facilitar a los clientes la vía judicial para poder reclamar sus derechos. Cuando el abogado consigue el éxito en la reclamación cobra sus honorarios reales con la condena en costas que paga la parte contraria, que es quien ha provocado el problema. Las condenas en costas y su tasación las deciden los jueces en quienes recaen las reclamaciones y es un sistema justo en el que paga el que comete la infracción.
Pues bien, lo que pretende Bankia, omitiendo este aspecto, es que habiendo obligado a los afectados minoristas a acudir a la vía judicial para reclamar por la inapropiada salida a bolsa de la entidad en 2011, sea el propio minorista el que corra con los gastos.
Según Javier Gaston responsable de la plataforma Denunciascolectivas.com, “con los bancos hay que consultar siempre con un letrado antes de dar cualquier paso, porque no suelen regalar nada y además está el cliente solo frente a un potente equipo jurídico de la entidad que junto con el departamento de marketing y el financiero diseñan productos y soluciones que no siempre son equilibrados”.
Además en este caso, se da la circunstancia adicional que el pago de intereses que propone el banco es inferior a lo que están concediendo los jueces. El banco ofrece un 1% frente al 3% de media con lo que también se ahorra dinero, a razón de unos 300 euros por cada 3.000 euros invertidos.
“Desgraciadamente, las entidades se aprovechan de la escasa cultura financiera de la sociedad española para obtener grandes beneficios. Así lo han hecho con las preferentes, con las cláusulas suelo, el IRPH, los Swaps, la emisión de bonos, o este triste caso de una OPV que colocó la banca entre los clientes de su red de oficinas comerciales”, afirma Gaston.