Emilio Bolado cesa su actividad y despide a todos los trabajadores
La empresa Emilio Bolado cesó ayer, jueves, su actividad poniendo así fin a una trayectoria empresarial de más de 40 años de historia que le habían convertido en uno de los grupos industriales más sólidos de Cantabria.

Un cese que la empresa ubicada en Cacicedo de Camargo anunció ayer y que hizo efectivo con el despido de los 23 trabajadores de la constructora que estaban afectados por el ERE y que se habían quedado en la compañía para realizar pequeñas obras que aún había en cartera.
Pero no serán los únicos. Según ha explicado el presidente del comité de empresa y delegado de CC OO, Segundo Iglesias, Los otros diez empleados que quedaron fuera del ERE correrán la misma mala suerte en cuanto la jueza autorice su despido.
Se trata, por tanto, de los últimos empleados que quedaban en la empresa, ya que los otros 52 trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo ya pasaron a engrosar las listas del paro el pasado mes de diciembre.
En ese sentido, Iglesias ha precisado "que a todos estos trabajadores se les deben dos pagas extra, además de las mensualidades de diciembre y enero".
"Como a los otros que han salido, la empresa liquida a los 23 con la carta de despido pero sin un duro. Reconocimiento de deuda sí, pero lo que es cobrar nada", subraya el representante de CC OO, por lo que tratarán de negociar que se les abonen la deuda antes de salir de la empresa.
El Grupo Emilio Bolado está formado por tres empresas: Emilio Bolado S.L., Acansa y Ebohi. La primera, que es la matriz, "pedirá el proceso de liquidación" en un máximo de 15 días. Esto supondrá que la empresa "desaparece". O lo que es lo mismo, el cese de la actividad de una compañía que fue hasta hace unos años uno de los buques insignia de la construcción y la obra pública en Cantabria.
"De los 297 trabajadores que había cuando empezó el proceso hemos llegado a esto, dentro de una semana no quedará nadie", lamenta Iglesias, que achaca lo ocurrido a una combinación de mala gestión y falta de obras provocadas por la crisis. "Un cúmulo de muchas cosas juntas".
En cuanto a las otras dos empresas, Acansa y Ebohi, "hace cuatro días entraron en fase de preconcurso", por lo que los tres empleados que trabajan para ellas "también irán a a la calle".
Sólo quedarán algunas empresas satélite de servicios "que se crearon cuando ya estaba en marcha el proceso, por lo que habrá que ver lo que dice la jueza o los administradores concursales y ver si se mantienen o también desaparecen".
Además, en los últimos días la página web de este grupo empresarial también se encuentra bajo mínimos, y en vez de los contenidos habituales, únicamente se muestra una imagen estática del logotipo de la compañía.