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El turismo y la hostelería de Cantabria confía en un verano al 50% tras perder Semana Santa

Los empresarios apuestan a un verano en el que puedan mantener un cincuenta por ciento de su habitual actividad.

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El turismo y la hostelería de Cantabria confía en un verano al 50% tras perder Semana Santa
21-03-2021

CANTABRIA Y, EN GENERAL, ESPAÑA dependen del turismo. La economía nacional ha basado su crecimiento de los últimos años en un sector que le ha reportado muchas alegrías. Pero en un momento de pandemia en el que la interacción social es el gran afectado, llegan las dudas. Hay unanimidad en lo siguiente: El ejercicio turístico vendrá determinado por el ritmo y eficacia de vacunación, la regulación, la movilidad y la capacidad de supervivencia de las empresas.

Esta dependencia también está vinculada a Cantabria, lo que significa que el sector se resentirá de nuevo en sus cuentas para 2021 ya que perdida la Semana Santa por el cierre perimetral de la comunidad, los empresarios apuestan a un verano en el que puedan mantener un cincuenta por ciento de su habitual actividad. 

Muchos expertos abogan por reducir la dependencia económica del turismo y hacer crecer otros sectores como la industria o las telecomunicaciones, pero esto no es fácil ni se hace de un día para otro. Por ello, el crecimiento de -al menos- los próximos dos años estarán ligados a cómo le vaya al sector turístico, tal y como recogen las últimas previsiones económicas de Funcas.

Pendientes del verano

Según sus cálculos, el PIB crecerá este año un 5,7% después del desplome sin precedentes (-11%) de 2020, pero dependerá de cómo lo que pase con el turismo este verano. Esta previsión está basada en la premisa de que la temporada veraniega sea similar a la del año pasado (26% de ocupación respecto a un año normal). Pero si el sector se recupera mejor de lo esperado gracias a la vacunación y se llega al 50% de ocupación, el crecimiento del PIB será del 7% en 2021 y del 6,7% en 2022, alcanzando así en ese momento casi el nivel económico de antes de la pandemia. También, obviamente, los datos mejorarían el crecimiento del PIB cántabro.

Por el contrario, si el verano es menos boyante y la temporada se cierra con un 12% de ocupación, el crecimiento este año será de solo el 4,2%, aunque por expertos en la evolución del sector considera que se pueden mejorar los datos del pasado año, más cuando el sector turístico cántabro depende del nacional, en concreto de El País Vasco y Madrid. 

 
ESTIMACIONES DE EXCELTUR

Las actuales estimaciones de Exceltur para 2021 del PIB turístico español (actividad directa más indirecta) se sustentan "en un primer trimestre de muy baja actividad, una suave y paulatina recuperación de la demanda española en el segundo trimestre, un verano sustancialmente mejor que el de 2020 por mayor impuso de los españoles y una notable reactivación de los extranjeros".

El año en curso estará marcado, en cualquier caso, "por una extrema volatilidad e incertidumbre", señalan desde Exceltur. El ejercicio turístico vendrá determinado por el ritmo y eficacia de vacunación, la rápida implantación de normativas internacionales homogéneas de control sanitario, movilidad y apertura de fronteras, y las capacidades de supervivencia empresarial, y las económicas de familias y empresas para viajar. Las actuales y previsibles nuevas medidas de restricción a la movilidad impuestas, tanto por los países emisores como por las propias Comunidades Autónomas españolas, conllevan que en enero un 85,9% de la demanda turística a España esté bloqueada, de ahí que los empresarios turísticos prevén nuevas caídas del 79% en sus ventas solo en el primer trimestre.

Aunque se descuenta una reactivación más temprana del mercado español en 2021, por ser el primer mercado para el que se eliminarán las restricciones a la movilidad interna, su capacidad de gasto turístico se verá lastrado por unos menores niveles de empleo y capacidad de gasto de las familias españolas.

Las distintas restricciones a la movilidad y a la concentración/interactividad social de personas para controlar el Covid-19 han paralizado durante la mayor parte de 2020 (segundo y cuarto trimestre casi al completo) la actividad turística. Ello ha afectado tanto la llegada de los turistas extranjeros, como a los viajes de los españoles dentro y fuera del territorio español, "hasta poner en peligro la supervivencia y empleo de una parte cada día más relevante del tejido turístico", advierte Exceltur.

Las empresas turísticas son las que más sufren con diferencia el impacto del Covid, dentro del conjunto de la economía española: las ventas de las agencias de viajes se desplomaron en 2020 un 80%, las empresas de ocio un 71,1%, los hoteles un 66,6%, las líneas aéreas un -65,5% y el rent a car un 50,3%, "sin que además ningún subsector turístico pueda almacenar servicios no vendidos, mientras en los otros grandes sectores de la economía, apenas bajan del 20% en 2020".

En este contexto, los empresarios turísticos cuestionan por insuficientes las medidas aplicadas por el Gobierno de España en favor del sector turístico con una valoración de 4,2, en un baremo de 1 a 10. "Más allá de las correctas medidas generales de apoyo del Gobierno para toda la economía, tomadas en abril 2020 (avales ICO y en especial los ERTE,s), los empresarios turísticos han echado en falta medidas de apoyo más específicas y directas a fondo perdido, como han aplicado muchos países europeos, especialmente ante el rebrote de la segunda y la tercera ola", denuncia Exceltur.

Las ciudades con mayor peso del turismo extranjero (Barcelona -86,4% en ingresos turísticos, Madrid -80,6% y Sevilla -80,2%), los destinos vacacionales de Baleares (Mallorca -91,8%, Ibiza -86,8% y Menorca -81,6%) y Canarias (Lanzarote -75,2%, Fuerteventura -73,2%, Tenerife -72,1% y Gran canaria -69,8%) y las costas (de Barcelona -90,9%, Dorada -83,0%, la del Sol - 79,7% y la Blanca -76,6%) son los destinos que más sufren con caídas en ventas por encima del 70%. Cantabria y Asturias son, por su parte, las que mejor aguantan gracias al peso de la demanda española en el verano, aunque cierran 2021 con descensos del 50%.

El escenario actual, en enero de 2021, requiere, a juicio de Exceltur, "con urgencia además de mantener el plan de la SEPI de apoyo en general para todas las empresas, un plan de rescate específico para el turismo basado en otros tres grandes pilares: la figura de un ERTE estructural hasta diciembre de 2021 y ayudas directas de 5.316 millones como única posibilidad de asegurar el salvamento de un buen número de empresas turísticas españolas viables".

"Las dramáticas perspectivas para el primer semestre de 2021 con nuevas caídas esperadas en las ventas de las empresas turísticas cercanas al-70% por las actuales y presumibles restricciones de movilidad, exigen disponer de un esquema de protección permanente del empleo turístico durante todo 2021 y la aplicación urgente de un plan de rescate al sector basado en ayudas directas, como ya llevan aplicando la mayor parte de países europeos desde que se desató la segunda ola de la pandemia", señala Exceltur.

El sector turístico acumulará al acabar el primer semestre de 2021, 15 meses de continuos descensos de facturación superiores al 70%, que tan sólo se han cubierto provisionalmente con la ayuda y compensación de algunos costes de la Seguridad Social de los trabajadores en ERTEs y el acceso a una financiación preferente con garantía ICO.

Acelerar la vacunación, clave

"Parta evitar que la situación del primer semestre de extienda es imprescindible para el sector que se acelere la vacunación para alcanzar la inmunidad de rebaño, prioritariamente antes del verano, de forma que, acompañado de los necesarios protocolos de viajes (pasaporte sanitario) se puedan contar ya con demanda extranjera. Liquidez a fondo perdido y ERTEs para el primer semestre e inmunidad de rebaño son las únicas esperanzas ya para el salvamento a corto plazo del sector turístico español", remacha Exceltur.

 
CANTABRIA: CAÍDA DEL SECTOR DEL 56 POR CIENTO EN 2020
 
antabria y Asturias fueron las comunidades que mejor aguantaron el impacto de la pandemia en el sector turístico gracias al peso de la demanda española durante el verano, aunque cerraron 2020 con caídas de ventas de más del 50 por ciento.

Así lo recoge el informe de Exceltur de 2020, que sitúa en el 54 por ciento el descenso de las ventas respecto al año anterior en Cantabria, y en el 50 la caída de la facturación hotelera en la región.

En Asturias las ventas cayeron algo más que en Cantabria, un 56 %, mientras que la facturación hotelera se redujo un 44.

Según este informe, El año 2020 se cierra en España con un desplome del PIB turístico (actividad directa e indirecta) de 106.000 millones de euros, un 69 % respecto a 2019, como consecuencia de la práctica paralización del sector desde el principio de la pandemia de la covid-19, en marzo del año pasado, lo que supone volver a los niveles de hace 25 años, en 1995.

Exceltur, la alianza para la excelencia turística, en la que están integradas 34 empresas de toda la cadena de valor, ha presentado este miércoles su informe sobre el cierre del año, que utiliza la metodología de la cuenta satélite del INE para estos cálculos del PIB y dibuja un panorama desolador: el peso del sector en la economía española ha caído del 12,4 % que representaba en 2019 al 4,3 %.

También ha tenido un gran impacto en el empleo, con 728.000 puestos de trabajo afectados a final del año: 435.000 en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y 293.000 personas que han perdido su trabajo.

Si en la economía en su conjunto el empleo ha caído en un 2,5 %, en el turismo lo ha hecho en un 38 %, ha dicho en un encuentro con los medios el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda.

Este descalabro ha llevado a esta alianza a demandar del Gobierno un "sólido" plan de apoyo y rescate al sector, homologable al de otros países de la Unión Europea, con un paquete de ayudas no reembolsables de 5.316 millones de euros para los próximos seis meses, la conversión del mecanismo de los ERTE en estructural y un rápido calendario de vacunación para liberar las restricciones a los viajes.

En 2020 el desplome ha sido mayor en las llegadas de turistas internacionales, -han venido 65 millones menos que en 2019 por los cierres de fronteras y las limitaciones a los viajes- pero se han dejado sentir también en los movimientos interiores, que han bajado más del 40 %.

Los confinamientos, la inseguridad sanitaria, las limitaciones a los viajes, la imposición de pruebas PCR para los visitantes extranjeros y la debilidad del turismo interior remataron un año "dramático".

El declive comenzó a partir de mediados de marzo, con alguna tímida recuperación en julio y la primera mitad de agosto, para volver a caer a partir de entonces.
 
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