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El pantano del Ebro ha perdido 21,4 hectómetros cúbicos en una semana

Sin embargo, hace un año contenía 29,7 hectómetros cúbicos menos, perdiendo el 12,5 respecto a la media de los últimos cinco años.

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El pantano del Ebro ha perdido 21,4 hectómetros cúbicos en una semana
22-08-2022

 

 

LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL EBRO informa con fecha de 22 de agosto las reservas del Embalse del Ebro descendieron al 43,2 por ciento de su capacidad, lo que significa que resiste a duras penas la ola de sequía que nos afecta. Presentaba 233,5 hectómetros cúbicos de agua, es decir, 21,4 hectómetros cúbicos menos que la semana pasada. Si la comparación se realiza a un año, contiene 29,7 hectómetros cúbicos menos que en la misma fecha de 2021. Respecto a la media de los últimos cinco años, el embalse se encuentra el 12,5% por debajo, con 67,7 hectómetros cúbicos menos.

DÍA 21 DE AGOSTO

La ocupación el día anterior, 21 de agosto, del embalse o pantano del Ebro, en Campoo, es del 44,9 por ciento de su volumen total de agua, que es de 540,597 hm3, es decir, el pantano tiene una reserva de 242,839 hm3. 

Según la CH del Ebro con sede en Zaragoza, hace una semana en pantano contaba con un volúmen de 258,689 hm3 (un 2,93 por ciento menos); un 15,98% menos que hace un mes (cuyo volúmen era de 329,206 hm3); un 4,38 por ciento menos que hace un año (266,511 hm3)  y un 13,72% menos que hace cinco años (317,003 hm3). Se trata de datos que permiten una reflexión al respecto. Entre otras, que el Pantano del Ebo resiste a duras penas la sequía, al descender su reserva a pesar del agua caída, que en la zona ha sido bien escasa.

BREVE HISTORIA DEL PANTANO

El embalse del Ebro, también llamado pantano del Ebro, pantano de Reinosa o pantano de Arija, es un embalse construido en el curso alto del río Ebro. Se encuentra entre la comarca cántabra de Campoo-Los Valles y la burgalesa de Las Merindades, aunque la mayor parte del Embalse está en territorio cántabro y de igual forma prácticamente todos los ríos que vierten sus aguas a él proceden de Cantabria. Es uno de los embalses más extensos de España y es el tercer embalse de mayor capacidad de la cuenca hidrográfica del Ebro, por detrás de los embalses de Mequinenza y Canelles.

 

El embalse recoge las aguas de la cordillera Cantábrica, y gran parte de su aporte hídrico procede de la nieve acumulada en invierno en las zonas de montaña. El desembalse progresivo en primavera y verano permite mantener un caudal en el Ebro en las partes más bajas de Aragón y Cataluña, siendo así esencial para la agricultura de regadío del valle del Ebro. La retención del agua en invierno también evita desbordamientos río abajo cuando ocurre el deshielo de la nieve acumulada en la cordillera Cantábrica.

Este pantano proyectado en las primeras décadas del siglo pasado, acabó con las tierras más fértiles de la comarca y las indemnizaciones se pagaron con mucho retraso sobre la fecha anunciada inicialmente.