El Niño de Elche, la locura llevada al flamenco
Por CLAQUETA
Titular: EL NIÑO DE ELCHE LA LOCURA LLEVADA AL FLAMENCO
Actuación: “EL NIÑO DE ELCHE”
Título: “MAUSOLEO DE CELEBRACIÓN, AMOR Y MUERTE
Género: Flamenco
Elenco: Raül Fernández “Refrene” y Ernesto Artillo (Guitarras)
Crítica: Cuando un artista de la disciplina que sea, como, “El Niño de Elche con el flamenco, siendo protagonista de una evolución; manteniendo la vena clásica del cantaor, con sus giros eternos. Pero pasaje a pasaje, pone en marcha un sentido inaudito del cambio, haciendo de los sentimientos jondos un nuevo estilo. Sin abrazar, en ningún momento, los cánones eternos de cada palo del género; es alguien que no deja indiferente.
Creando, desde el primer tema, dos sensibilidades en el público, unos en contra, los mínimos, otros a favor, en mayor numero; posiblemente con mayor información.
Si, el flamenco es tensión, a veces musicalidad y otras manifiestamente, personalidad coreográfica, como se plantea, siempre, en sus diferentes versiones.
En este caso cae en el drama, en la teatralidad, para alcanzar sentimientos distintos y nuevos.
Por otro lado, Francisco Contreras Molina, 39 años, levantino de pura cepa, ha revolucionado el género, que algunos no perdonarán, pero que otros han valorado, como una gran aportación y una salida al encasillamiento.
En su espectáculo, “El Niño de Elche”, ha introducido la locura como estética y novedad. Es un flamenco gritado, desesperado y llorado, que en sus parlamentos a los espectadores, se ha mostrado como ese niño travieso, cuyas diabluras son miradas con una especie de enfado, pero con signos de orgullo al mismo tiempo.