CHAILLY, LA ORQUESTA DE LA SCALA, DOS NOMBRES SINGULARES PARA UNA EDICIÓN DEL FIS
Por LEANDRO MATEO
Titular: CHAILLY, LA ORQUESTA DE LA SCALA, DOS NOMBRES SINGULARES PARA UNA EDICIÓN DEL FIS
Actuación: ORQUESTA FILARMONICA DE LA SCALA DE MILAN
Género: Concierto sinfónico
Director: RICCARDO CHAILLY
Programa: Sinfonía Nº 5 de, Chaikovski y Suite Nº 1 y 2 de “Daphnis & Chloe” de, Ravel
Sala: Argenta (Palacio de Festivales)
Critica: Jornada grande, tanto para el Festival Internacional de Santander; como para la Quincena Musical de San Sebastián, un día antes. Obteniendo la presencia de una orquesta señera, la Filarmónica de la Scala de Milán, con su titular al frente, uno de los conductores, con mayor magnetismo del panorama internacional de la música, Riccardo Chially. Con un programa de lucimiento, tal es, la 5ª de Chaikovski; y la suites 1 y 2 de, “Daphnis &Chloe” de, Maurice Ravel.
Las expectativa se han cumplido; Chially y la Scala, han ofrecido un concierto brillante, que lo ha sido, pero con un trabajo a la consecución de la excelencia. Como si se tratase, como no podía ser menos, de una plaza inexpugnable del máximo relieve mundial. Traduciendo a concierto memorable, en principio, una quinta del genio ruso, presentando cada matiz, que desprende la obra, con un lenguaje musical, que se refiere al ser humano, sus deseos y necesidades. En suma, una música con argumento.
Un argumento, que estremece; haciéndolo con fuerza en la conducción de un Chially portentoso, en la expresión y brillante en la técnica. Con una cuerda, de esta orquesta de la Scala, donde los diferentes instrumentos se muestra como un todo, sin ninguna fisura sonora. Otro tanto muestra el comportamiento del viento, que cuando toma protagonismo, pone una pica de brillantez. Hasta la percusión, en el caso de la quinta, con un solo protagonista, el de los timbales, poco habitual recibiendo bravos del público.
Tampoco dejo indiferentes, la calidad expresada en la primera y segunda suites de, “Daphnis & Chloe” de Maurice Ravel. Creadas por el compositor vasco francés, de madre española, por encargo del bailarín y coreógrafo, Diaghilev.
Unas partituras, no exentas de dificultad, pues el compositor crea una música para ser bailada, en un número de danza, de los más importantes del repertorio clásico, donde de forma descriptiva, pone el acento en paisajes naturales. En este caso, Chially y la orquesta, se sienten, como en el foso. Cuestión que conoce bien, haciéndonos sentir a través de la música coreografías imaginadas.
Maravilloso concierto, con lleno total, en una jornada inolvidable.