Castro Urdiales ha aumentado su población en veinte años un 57,2 por ciento
La ciudad castreña cuenta en 2021 con 32.975 habitantes. La edad media de los cántabros es de 46,43 años.
SEGÚN LA EVOLUCIÓN DE LA DEMOGRAFÍA DE LAS CIUDADES ESPAÑOLAS, Torrelavega es la que más población ha perdido de la comunidad cántabra, en concreto, un 8,4 por ciento (4.672 habitantes) en los últimos veinte años, en concreto, entre 2001 y 2021. Santander, la capital cántabra, también habría perido en este mismo periodo un 7 por ciento de su población (13-010 habitantes), lo dos datos que confirman la regresión demográfica de las dos más importantes ciudades de Cantabria, mientras aumentan su población los municipios que rodean a ambas ciudades. Esto se desprende del estudio realizado por el diario El Debate, que indica la edad media de los cántabros es de 46,43 años. Por el contrario, en el mismo periodo Castro Urdiales ha incrementado su población un 57,2 por ciento, pasando de 11.994 habitantes a 32.975, es decir, un aumento de 20.981.
El crecimiento de las ciudades dormitorio es uno de los principales fenómenos que se observan al comparar el mapa demográfico de España a principios de siglo y el que se proyecta dos décadas después. El bajo precio de la vivienda y la proximidad a los grandes polos económicos del país han permitido revitalizar una serie de localidades que apenas pasaban del millar de habitantes hace veinte años.
El caso más extremo es el de Egüés, un municipio del área metropolitana de Pamplona que ha logrado multiplicar por siete su población. Buena parte de este incremento se explica por la edificación de la ecociudad de Sarriguren, un proyecto promovido por el Gobierno navarro que respondió a la demanda habitacional de 5.000 familias jóvenes que no encontraban casa en la capital.
Egüés es hoy día el tercer municipio más poblado de la comunidad foral, acumulando 21.556 habitantes –frente a los 2.773 de 2001–. No obstante, este crecimiento demográfico no se está produciendo al mismo ritmo que el despliegue de servicios para sus vecinos, ya que la ciudad aún no dispone de infraestructuras básicas como una casa de cultura.
El segundo mayor ascenso lo registra Arroyomolinos. La localidad, situada a apenas 26 kilómetros del centro de Madrid, ha elevado su población un 616 % desde 2001, superando el año pasado los 33.000 habitantes. Y es que el auge económico de la capital ha contribuido a disparar el número de personas que residen en municipios cercanos, como Alovera (Guadalajara), Paracuellos del Jarama, Villalbilla o Rivas-Vaciamadrid.
De hecho, Guadalajara es la provincia que más ha crecido en población en lo que llevamos de siglo (+55 %), seguida de Almería y Gerona. Por el contrario, hasta trece provincias han perdido habitantes, siendo Zamora (-17 %), Orense y Lugo las más perjudicadas por esta merma demográfica.
Un noroeste despoblado y envejecido
«La población en España aumenta desde hace años en el litoral mediterráneo por el auge del sector servicios y del turismo, al igual que en el entorno de Madrid por su condición de polo económico y el efecto capitalidad», apunta el coordinador del Observatorio Demográfico CEU, Alejandro Macarrón.
Esta situación contrasta con la del interior y el noroeste peninsular, que «se ha quedado con poca industria tras la reconversión del sector» y que presenta una tasa de natalidad «especialmente baja» y apenas atrae inmigración de otras provincias.