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Javier Rubio Donzé: la obsesión enfermiza de un hipócrita con VOX

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Javier Rubio Donzé: la obsesión enfermiza de un hipócrita con VOX
16-03-2025

 Por J.B.

Si hay algo que define a Javier Rubio Donzé es su fijación patológica con VOX. Su discurso no es el de un analista serio, sino el de un fanático cuyo único propósito parece ser desgastar al partido de Abascal mientras blanquea al PP. Su argumento principal es que VOX “ya no es liberal” son "prorrusos" algo que parece importarle y no la invasión migratoria que sufrimos en España y la defensa de nuestras fronteras.

Un discurso incoherente y servil

Rubio Donzé lleva meses atacando a VOX porque, según él, ha abandonado también el liberalismo. La incoherencia es evidente: su problema no es la ideología de VOX, sino VOX en sí mismo. Lo mismo le ocurre con Iván Espinosa de los Monteros: cuando estaba en el partido, era un enemigo al que había que desprestigiar; ahora que se ha ido, resulta que es el mejor político de España.

Lo más llamativo de su hipocresía es cómo evita criticar a quien no le interesa. Cuando Meloni anunció que no enviaría militares italianos a Ucrania—contradiciendo la postura de la OTAN y la que defiende VOX—Rubio Donzé simplemente se calló. Cuando esa misma declaración la hizo Abascal, la usó como munición para su cruzada particular. Es decir, para decir que VOX es "putinejo", tal y como le dicta Génova 13.

Un bloqueador profesional

Más allá de su discurso hipócrita, lo que realmente deja claro el carácter de Rubio Donzé es su incapacidad para debatir. Cada vez que alguien lo confronta con argumentos sólidos, su reacción es la misma: bloqueo inmediato. Es incapaz de sostener un debate sin recurrir a insultos o descalificaciones, y cuando se ve acorralado, simplemente se deshace de quienes le llevan la contraria.

Este comportamiento infantil lo retrata como lo que realmente es: un opinador sin criterio, un obsesionado con VOX que se cree un iluminado pero que no soporta que le expongan sus contradicciones. No es un analista serio, es simplemente un gilipollas con una cuenta de X y demasiadas ganas de llamar la atención.