Fallece el obispo Setién, que fuera Vicario de la Diócesis de Santander
Hizo gala a lo largo de su episcopado de un vasto conocimiento teológico. El prelado hablaba euskera, castellano y francés, dominaba el alemán y el italiano y se manejaba también con el inglés. Abandonó sus responsabilidades en e


HA FALLECIDO el obispo emérito de San Sebastián, José María de Setién, que fuera muy conocido en el franquismo por sus polémicas con el Gobierno en relación a ETA. Setién fue Vicario de la Diócesis de Santander, siendo nombrado Obispo por el Papa Pablo VI. Esta es la noticia del óbito del conocido obispo.
El obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, ha fallecido esta madrugada en la capital guipuzcoana a los 90 años de edad, después de que el pasado domingo un ictus le dejara en un estado de coma irreversible.
Setién ha permanecido hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Donostia hasta que a las dos de esta madrugada los servicios sanitarios han certificado su muerte. El domingo el actual prelado de la diócesis donostiarra, José Ignacio Munilla, ya comunicó a los feligreses el delicado estado del obispo emérito, que se encontraba en estado «muy grave», y pidió una oración por él. El funeral se realizará en el Buen Pastor mañana, a las 12:00 horas. José María Setién será enterrado en el presbiterio de la catedral, por expreso deseo suyo. Será el cuarto obispo enterrado en la cripta de la catedral.
La capilla ardiente con los restos mortales del obispo emérito de San Sebastián se instalará en al catedral, en la capilla del Santísimo Sacramento. Estará abierta desde las 14:00 horas de este martes hasta horas a 20:00 horas. Y mañana, 11 de julio, desde las 08:00 horas, hasta la hora del funeral, a las 12:00 horas.
Nacido en Hernani en 1928, Setién cumplió los 90 años el pasado 18 marzo, una efemérides que coincidió con los 18 años transcurridos desde que puso fin a su responsabilidad al frente de la diócesis. La celebración sirvió para hacer repaso de una biografía que tiene como primer hito su ordenación sacerdotal en la catedral del Buen Pastor el día de San Pedro de 1951.
Veintiún años después, el mismo día, fue consagrado como obispo auxiliar. Era el 28 de octubre de 1972. Siete años más tarde, sucedió a Jacinto Argaya como obispo titular, convirtiéndose así en el cuarto obispo de la joven Diócesis de San Sebastián. Le precedieron Jaime Font y Andreu (1950-1963), Lorenzo Bereziartúa (1963-1968) y Jacinto Argaya (1968-1978).
Durante su homilía en el acto de toma de posesión advirtió de que su trayectoria episcopal estaría basada en lo que definió como «tres líneas de fuerza». En primer lugar, «trabajar por una Iglesia que, cada vez más se proponga como objetivo propio servir al Evangelio»; «buscar los auténticos valores humanizadores y pacificadores del Evangelio, y hacerlos presentes con humildad, pero con firmeza, en la sociedad», y por último, «hacer de las comunidades cristianas lugares en los que los cristianos aprendamos a ser libres, fraternales, honrados, luchadores por la justicia, creyentes y esperanzados, para que sea más creíble el Evangelio que queremos anunciar».
Setién hizo gala a lo largo de su episcopado de un vasto conocimiento teológico. El prelado hablaba euskera, castellano y francés, dominaba el alemán y el italiano y se manejaba también con el inglés. Abandonó sus responsabilidades en el año 2000 por razones personales. La convulsión de los años de violencia en Euskadi marcaron su episcopado, durante el que las víctimas de ETA le reprocharon distanciamiento; unas críticas que el nacionalismo, para el que era referente, consideró injustas.