Considerado por la mayoría de los carlistas como heredero al trono español, Carlos Javier de Borbón-Parma aprovecha la abdicación de Don Juan Carlos para reclamar su trozo del pastel. En un comunicado remitido a Vanitatis, en el que se dirige “a todos los españoles y en especial a mis leales carlistas”,
Carlos Javier se muestra dispuesto a ocupar el trono español. “Ante los
acontecimientos sociopolíticos que se están produciendo en nuestro país
quiero repetir, una vez más, el firme compromiso que adquirí tras el
fallecimiento de mi padre, Carlos Hugo. (…) Cumpliré con los deberes y
obligaciones que me impone ser hoy el abanderado dinástico del
Carlismo”, asegura desde su domicilio de La Haya.
Entre
los motivos que esgrime para ser considerado una opción para presidir la
Jefatura del Estado están los resultados de las elecciones
europeas,”que demuestran la voluntad de un cambio regenerativo que
permita corregir el descrédito de la clase política y de las
instituciones por su falta de sinceridad”, señalando, sin ninguna duda, a la monarquía como uno de los causantes de los problemas actuales de España.
Por
ello, exige “transparencia y que se evite y desmonte las prácticas
corruptas” y anima a que se produzca una regeneración que él parece
estar dispuesto a encabezar no solo en nuestro país. “Nuestro concepto
carlista debe ser considerado como un movimiento europeísta que puede
ser una solución para todos los que conformamos las España”, apunta.
Casado con una periodista y con dos hijas
Prácticamente
desconocido en nuestro país, el actual duque de Parma tiene una vida
familiar muy paralela al de, muy a su pesar, futuro Rey de España. El 20
de noviembre de 2010, curiosamente la efeméride de la muerte de
Francisco Franco, quien decretó la expulsión de España de toda la
familia Borbón-Parma, contrajo matrimonio con la periodistaholandesa Ana María Cecilia Gualthérie van Weezel en una ceremonia a la que acudieron todos los miembros de la familia real holandesa.
El motivo de esta invitación no es otro que la conexión de Carlos
Javier con esta casa, ya que es hijo de la princesa Irene, hermana de la
que fuera Reina de los Países Bajos hasta su abdicación el año pasado.
Por tanto, es sobrino de Beatriz de Holanda y primo del actual rey Guillermo, a quienes ha representado en algún acto institucional.

Al igual que el príncipe Felipe, el duque de Parma tiene dos hijas,
Luisa Irene, que nació en mayo de 2012 y que será pretendiente carlista
al trono de España, y Cecilia María, en octubre de 2013, cuya madrina
no es otra que la princesa Beatriz.
Carlos Javier II, el heredero
Fue en abril de 2011 cuando Carlos Javier Borbón-Parma asumió de manera formal las aspiraciones de su padre Carlos Hugo
a la Corona española a través de un mensaje dirigido a los carlistas en
el que les instaba a luchar contra la crisis política y moral del país.
Eso sí, lo hacía residiendo fuera de España y sin vivir de cerca la
situación de a quienes pretende reinar.
Asesor financiero de varias compañías, Carlos Javier tiene muy presente la historia más reciente de sus antepasados. Su abuelo, Javier de Borbón-Parma,
conocido como Javier I, se autoproclamó Rey de España en 1952 y fue
expulsado de España por el General Franco. Años más tarde envía a España
a su hijo Carlos Hugo, padre de Carlos Javier, en calidad de príncipe
de Asturias. Tras varias reuniones clandestinas, de nuevo la ‘familia
real’ carlista es expulsada. En 1972 y después de sufrir un accidente de
tráfico, concedió plenos poderes a su hijo Carlos Hugo, quien intentó
entrar en España cuatro años más tarde y fue retenido en el aeropuerto
de Madrid Barajas. En 1977 regresó definitivamente a España y un año después se entrevistó con el rey Juan Carlos, que le concedió la nacionalidad española.
Después
del estrepitoso fracaso de su candidatura al frente del Partido
Carlista de Navarra en 1979, Carlos Hugo abandonó la política y el país.
En agosto de 2010 fallecía a causa de un cáncer de próstata y su hijo
Carlos Javier, actual pretendiente al trono, heredó el título de duque
de Parma así como sus deseos de convertirse en Rey de España.