Editorial Cantabria24horas.com

LOS TRABAJADORES EN ERTE DE RENTAS BAJAS SERÃN PENALIZADOS CON MÃS IRPF EN TODAS LAS COMUNIDADES

El aÃ±o pasado, como consecuencia de la pandemia del Covid-19, mÃ¡s de 3,5 millones de trabajadores vieron suspendido su empleo, o reducidos su jornada y salario, como afectados por un Expediente de regulaciÃ³n temporal del empleo (ERTE), pasando a cobrar una prestaciÃ³n de desempleo abonada por el Servicio PÃºblico de Empleo Estatal (SEPE). La incorporaciÃ³n de este segundo pagador obliga ahora a muchos de ellos a presentar la declaraciÃ³n de la Renta del ejercicio 2020, proceso en el que el colectivo de menores rentas se verÃ¡ penalizado, en todas las regiones, con el pago de mÃ¡s impuestos que el resto de asalariados con nÃ³minas similares pero ajenos a un ERTE. En concreto, segÃºn los datos publicados ayer por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), los trabajadores con ingresos de entre 14.000 y 18.000 euros pagarÃ¡n mÃ¡s IRPF si quedaron sujetos a un ERTE que aquellos que no lo estuvieron. El efecto se darÃ¡ en todas las autonomÃas, si bien las diferencias oscilarÃ¡n entre unos pocos cÃ©ntimos y varios centenares de euros, segÃºn el caso. Para entender este fenÃ³meno conviene recordar que actualmente solo estÃ¡n obligados a presentar declaraciÃ³n del IRPF aquellos contribuyentes con ingresos superiores a los 22.000 euros anuales, si bien el umbral se rebaja a los 14.000 euros si se han obtenido al menos 1.500 de ellos de segundos o terceros pagadores. El objetivo es tratar de equiparar el trato tributario, porque el empleado con una sola renta ya ha contribuido con las retenciones que se le han aplicado cada mes, pero cuando hay mÃ¡s de uno el tipo aplicado es inferior al que se imputarÃa a la cuantÃa global, cuando no inexistente, como ocurre con el SEPE. A partir de aquÃ, explica el secretario tÃ©cnico del REAF, Luis del Amo, entra en juego una reducciÃ³n regulada para las rentas bajas, que parte de los 5.565 euros para rendimientos netos del trabajo de 13.115 euros anuales, y va decreciendo hasta desaparecer desde los 16.825 euros. Un sistema que crea importantÃsimas distorsiones en los tipos marginales de este tramo de rentas y que se corrige con el reglamento de cÃ¡lculo de retenciones, que las limita. Este tope protege por tanto a los trabajadores con un solo pagador, pero no a aquellos que tras sufrir retenciones parciales se ven obligados a hacer la declaraciÃ³n, como es el caso de buena parte de los afectados por ERTE.