Cantabria registró el pasado año un menor número de incendios, un total de 556, lo que supone un 37,4 por ciento menos que en 2023, cuando se provocaron 764 fuegos. En esta misma línea, se redujo la superficie quemada en Cantabria con 10.239 hectáreas, frente a las 11.738 del año 2023, un 12,7 por ciento menos de hectáreas quemadas.
En lo que llevamos de año, con datos provisionales hasta mayo, se han declarado 605 incendios, casi un 9 por ciento más que en todo 2024 y con una superficie quemada de 6.283 hectáreas.
Estos son los principales datos dados a conocer hoy por la consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, María Jesús Susinos, que ha presidido la reunión de la Mesa para la Prevención y Lucha contra los incendios forestales de Cantabria, y en la que también ha anunciado la creación de un departamento específico dentro de la Dirección General de Montes para fortalecer la gestión administrativa del operativo contraincendios.
Según ha explicado la consejera, la campaña de incendios forestales del pasado año ha estado por debajo de la media autonómica y, en este sentido, ha recordado que el promedio de los últimos años es de 725 incendios anuales, con una superficie afectada de 10.503 hectáreas quemadas.
A pesar de estos datos más positivos, que el Ejecutivo ha atribuido a unas condiciones meteorológicas más desfavorables para los incendiarios, a las quemas controladas y a las campañas de prevención y vigilancia, Susinos ha hecho un llamamiento a la responsabilidad, dado que «prácticamente el cien por cien son provocados». Por ello, ha abogado por «cuidar nuestros montes» que «son joyas medioambientales».
Otro de los resultados que se han presentado hoy durante la undécima reunión de la Mesa confirma que la época de incendios forestales en Cantabria se concentra en los cuatro primeros meses del año, siendo abril en el que más incendios se provocaron el pasado año con un total de 177.
Por comarcas, la de Pas-Pisueña es donde más incendios se registraron en 2024, con 141, seguida de la comarca del Pas con 82. Además, la zona donde más hectáreas se han quemado ha sido la de Soba con más de 3.000 hectáreas, seguida de la comarca Pas-Pisueña con 1.940 hectáreas.
Respecto a las quemas controladas, Susinos ha informado que el pasado año se realizaron 231 con una superficie de unas 2.000 hectáreas quemadas.
En este ámbito, se han impartido 51 cursos de habilitación a ganaderos que tienen como fin realizar estas quemas prescritas. Así, desde el año 2021, desde la entrada en vigor de la orden que regula las quemas controladas, 962 personas cuentan a día de hoy con el título.
Nuevo Unidad Específica en Incendios Forestales.
Por otro lado, la consejera de Desarrollo Rural ha informado hoy a la Mesa de la creación de una unidad específica dentro de la Dirección General de Montes que se encargará de la prevención y extinción de incendios y que dará adecuada cobertura al crecimiento de medios humanos y materiales del operativo autonómico contraincendios durante los últimos años
Según ha explicado Susinos, la estructura administrativa actual y que soporta este operativo es la misma que hace 35 años, por lo que es necesaria su actualización en términos de gestión y administración.
«Queremos reorganizar la actual estructura para dotar a la Dirección General de Montes y Biodiversidad de un Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales que permita disponer del personal técnico adecuado que se encargue de gestionar de manera adecuada el operativo de prevención y extinción de incendios forestales que está compuesto actualmente por 400 personas», ha explicado la consejera, tras lo que ha detallado que entre sus funciones asumirá la gestión de los equipos de protección individual del personal, de la flota de vehículos, la formación del personal del operativo, la planificación de las labores de prevención, las tareas de divulgación y concienciación y la coordinación de todo el operativo.
Por último, durante la reunión de la Mesa se ha informado de la próxima actualización de la normativa autonómica que regula las actividades que pueden dar lugar a riesgo por incendio forestal, teniendo en cuenta la época del año y la situación meteorológica, dentro de la previsión normativa incluida en la modificación de la Ley de Montes de 2022.
Actualmente, el Gobierno cántabro se encuentra en proceso de elaboración de esta orden, que será sometida posteriormente a información pública para la presentación de alegaciones.
