El Parlamento de Cantabria vivió ayer la jornada más tensa de la última década. PRC, PSOE y VOX consumaron la ruptura total con el Gobierno de María José Sáenz de Buruaga, uniendo sus votos para echar abajo el Presupuesto, aprobar las enmiendas a la totalidad y devolver las cuentas al Ejecutivo. Una derrota sin matices para el PP, que se queda totalmente solo y en minoría.
El pleno estuvo marcado por un enfrentamiento sin precedentes. VOX abandonó el hemiciclo cuando su portavoz, Leticia Díaz, exigió a la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, que resolviera el recurso presentado por su grupo para suspender cautelarmente el pleno ante las irregularidades del sistema de votación. La presidenta se negó a paralizar la sesión y se limitó a informar de que responderá “en 48 horas”.
Díaz fue tajante: «Se está vulnerando el derecho constitucional de los diputados», denunció antes de retirarse junto a los otros dos parlamentarios de VOX. Minutos después regresó para intervenir y acusó directamente a la presidenta de la Cámara de «cometer un ilícito penal a sabiendas».
Mientras VOX hablaba, cuatro diputados del PSOE abandonaron sus escaños. Pero la tensión fue creciendo en todos los frentes: la mayoría de la Cámara —PSOE, PRC y VOX— quería una única votación para rechazar las cuentas. El PP, en cambio, trató de forzar tres votaciones distintas para intentar retratar individualmente a cada diputado. La presidenta del Parlamento, otra vez, se alineó con el PP y decidió a su favor.
A pesar del clima de boicot generalizado y del riesgo real de plantón, el pleno siguió adelante.
Voces duras contra el Gobierno
La intervención más contundente fue la de VOX.
Leticia Díaz acusó al Ejecutivo de practicar “discurso barriobajero, engaños continuos y trabajo sucio” durante toda la negociación. Criticó también la deuda que hipotecará a futuras generaciones y la reforma fiscal “que asfixia a las empresas”.
Para VOX, estos presupuestos representan “la Cantabria del chantaje y la compra de voluntades”.
En el PSOE, Mario Iglesias aseguró que el PP “no ejecuta nada” y vive “vendiendo humo” mientras privatiza servicios esenciales. El PRC, por su parte, entonó su propio mea culpa: Paula Fernández admitió que su partido “pecó de ingenuo e iluso” al sostener durante dos años al Gobierno del PP. Hoy, afirmó, ese tiempo ha terminado.
Una legislatura saltada por los aires
El Gobierno de Buruaga queda ahora sin apoyos, con la oposición alineada en bloque y con un Parlamento completamente fracturado. Los presupuestos —piedra angular de cualquier legislatura— vuelven a la casilla de salida, y el Ejecutivo deberá recomponer puentes que ha dinamitado en tiempo récord.
Cantabria entra así en una fase de máxima inestabilidad política, con un PP aislado, un PRC distanciado, un PSOE en abierta confrontación y un VOX que ha demostrado estar dispuesto a plantar cara “hasta las últimas consecuencias” ante lo que considera vulneraciones del reglamento y de la legalidad parlamentaria.





