Titular: EN “ATRA BILIS” CUATRO MUJERES MAYORES SE REVELAN ENTRE REPROCHES
Título: “ATRA BILIS” (ESTRENO ABSOLUTO)
Género: Teatro
Autor Laila Ripoll
Director Sandro Cordero
Intérpretes: Laura Orduña, Cristina Lorenzo, Bea Canteli y Concha Rodríguez
Crítica.- Se trata de uno de los cinco estrenos absolutos del Palacio de Festivales de Cantabria de este cuatrimestre. Una coproducción de la asturiana, “La Estampa teatro”, la extremeña, Sótano B y la cántabra, “Hilo Producciones”. Sobre un texto de Laila Ripoll, la madrileña, hija de Concha Cuetos, la protagonista femenina de la famosa serie de tv, “Farmacia de Guardia” y el actor característico, Manuel Ripoll. Autora, directora y profesora de dramaturgia, bajo la dirección del actor y director asturiano, Sandro Cordero.
“Atra Bilis” título en latín, de bilis o cólera negra. También desde el aspecto médico, la aparición de un tono melancólico y si lo trasladamos a la pantalla, podíamos señalarlo, como cine negro. Ahora bien viendo la obra y quizás por el montaje de Sandro Cordero, asistimos a una nueva pieza del teatro de esperpento español.
Ciertamente muchos esperábamos un argumento, no igual, pero sí cercano al montaje adaptación de “Cinco Horas con Mario” de Miguel Delibes. Cuatro mujeres en vez de una, ataviadas para el luto y un féretro, que aporta protagonismo al muerto que guarda. Pero mientras Lola Herrera, protagonista principal, que hasta hizo un film testimonio en el que su ex esposo Daniel Dicenta, se prestó para hacer en flashback del marido velado, en un monólogo intenso, se diferencia de esta obra en lo satírico de la misma.
En esta representación hay algo muy discutible. En principio en la presentación de la función se habla de cuatro ancianas velando al marido de una de ellas. No me gusta hablar de edades, pero alguna de las cuatro no parece llegar a los cuarenta y la mayor pasaría poco más de los cincuenta. Pero cómo alcanza un clímax de espectáculo de guiñol, cuyos hilos, no sabemos muy bien si lo pone la autora o el director, resulta que se pierde, de alguna manera todo el sentimiento de decadencia sin haber cumplido objetivos vitales.
La forma de representación en muchos momentos acrobáticas, puede resultar muy teatral, pero poco lógica, lo que la hace perder contenido. Es de ese tipo de obras que no llegan a lo que promete. Cuatro ancianas llenas de rencor y amargura, que dado lo esperpéntico del carácter en que se desarrolla no aparecen mostrarlo. Surgen los recuerdos, los secretos y los odios, entre otros aspectos. Puede que los recuerdos queden plasmados, pero el resto se pierde en un humorismo metido con calzador.
De todas formas, un bien, con todas las letras a las cuatro protagonistas, que disciplinadas, hacen un portento de interpretación y dominio corporal.