Por primera vez en 2 años de ofensiva, el Ejército israelí ha iniciado un repliegue en Gaza tras la ratificación del acuerdo de paz entre Israel y Hamás.
El pacto contempla la retirada de tropas a una zona acordada, la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, y la suspensión total de las hostilidades.
Aprovechando la tregua, unos 200.000 gazatíes que se habían desplazado al sur han emprendido el regreso a sus hogares. Sin embargo, las autoridades israelíes han lanzado una advertencia, señalando que todavía hay zonas «extremadamente peligrosas» en la Franja. La retirada parcial de tropas y el inicio del alto el fuego se produjeron al mediodía.
«Las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel han comenzado a posicionarse a lo largo de las líneas de despliegue actualizadas», informó el ejército. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha insistido en que Hamás debe desarmarse para cumplir con su parte del acuerdo y ha advertido de que si no lo hacen de forma voluntaria, se les obligará.