Actuación: BALLET FLAMENCO DE ANDALUCÍA
Género: Danza flamenca
Título: “PENEDA.ROMANCE POPULAR EN TRES ESTAMPAS”
Coreografía y dirección: PATRICIA GUERRERO
Autor musical: AGUSTÍN DIASSERA
Dramaturgia: ALBERTO CONEJERO
Interpretación musical: Soniké Ensamble
Coro: Cruz de Mayo de Albaicín. (Mujeres)
Intérpretes: PATRICIA GUERRERO Y ALFONSO LOSA, Junto a 14 bailarines-as; tres guitarristas y tres para el cante
Crítica. El personaje, desde el punto de vista lorquiano, Mariana Pineda, toma de nuevo protagonismo en el Palacio de Festivales, en tono aflamencado: Tanto ahora en el FIS, como antes, creo en el Ciclo “Flamenco en la Bahía”. En concreto, antes a cargo de la Compañía, encabezada por la gran estrella del flamenco, la gaditana, Sara Baras; y hoy por el “Ballet Flamenco de Andalucía, bajo el liderazgo de la Granadina, Patricia Guerrero, bailarina, coreógrafa y directora, en su primer trabajo al frente de la compañía andaluza.
Si estamos en un breve tiempo de comparaciones, señalemos que La Baras, hizo una Marianita, como se conocía muy familiarmente al personaje, imprimiéndole todo el protagonismo, mientras el resto pululan por el escenario como segundones de la estrella. Mientras la vista anoche, en la Sala Argenta, lógicamente se le daba la importancia requerida, pero también al resto de los personajes de la tragedia, formando un todo dramático y espectacular.
En el montaje de la directora de la compañía andaluza, no se aborda la historia contada de la heroína, se plantea el desarrollo dramático de la obra de García Lora, estrenada en 1927. Donde hasta los versos sirven de materia para el cante. Ahora bien, perfectamente sincronizados, con el rasgueo de las guitarras y el cante. Sí hay algo que antes de la función no dimos importancia a la hora de hacer el reparto de funciones. Se señalaba, adaptadores de versos, Alberto Conejero y Sergio “El Colorao”. A la hora de definir lo importante del espectáculo en la reseña, no una “miajilla”, casi un pan diaria yo, la aportación, al general de la obra. Como se diría en Andalucía, hay mucho arte en ese trabajo.
Se juega con la locura del flamenco intercalado, con momentos muy teatrales, al mismo tiempo que emotivos. Donde a pesar de que se busca y ahonda más en la historia y cada uno de los personajes, como parte integrante de la misma. Siendo todos protagonistas, de una u otra manera, alejando la fórmula estrellas, ensalzando el cuerpo de baile.
Un capítulo aparte merece la escenografía, reflejando una intención crítica. Esos muros desconchados o agujereados, muestran, presidiendo la escena, el reflejo del drama con desembocadura en tragedia. El simbolismo de las heridas, infringidas a un grito constante de libertad que preconizaba el mito, Mariana Pineda.
Un conjunto, el Ballet Flamenco de Andalucía auténtico garante de las esencias del flamenco, sin descartar como en este caso que se puede armonizar pureza con creatividad.