El mundo de la cultura no ha permanecido indiferente ante la detención de los integrantes de la flotilla en aguas internacionales.
Uno de los pronunciamientos más sonados en redes sociales ha sido el del escritor Juan Soto Ivars, que ha tachado la acción de «pantomima» y ha ido atacando en varios vídeos a los múltiples protagonistas de esta protesta ciudadana, desde la ex alcaldesa de Barcelona Ada Colau hasta la activista sueca Greta Thunberg.
Por un lado, este ha sido el comentario sobre el vídeo publicado Colau: «Sois gilipollas desde la milla náutica cero, desde que salisteis del puerto de Barcelona», ha manifestado en su canal de YouTube.
Posteriormente, el escritor ha acusado a la tripulación de la flotilla de ser unos «farsantes», plenamente conscientes de que Israel iba a vetar su acceso a la Franja de Gaza.
También ha dedicado unas palabras a Colau: «¿De verdad creéis que ibais a sortear los buques de la armada israelí, llegar a un puerto destruido, esquivar balas y repartir 50 kilos de comida a los gazatíes afectados?».
A su vez, Soto Ivars ha calificado la flotilla como «una gilipollez flotante» y ha recalcado que el Gobierno de España actúa de opereta:
«Primero te animo a que vayas a zona de guerra y luego te digo que no seas tonto, a ver si te van a pegar un cañonazo», ha ironizado el autor.
Para culminar, el aguileño ha descrito a los activistas como «tontos útiles de Sánchez» y se ha jactado de que la flotilla, según su criterio, «ha sido psoeizada».
También se ha referido al grupo como ‘la flotilla de las tentaciones’, entre otros términos.
«O sea, ¿tú crees que en la mente de Ada Colau estaba ir intrépidamente, meterse en aguas israelíes intrépidamente, poniendo el motor del barquito a toda mecha, y sortear los buques de la Armada israelí hasta llegar a un puerto, que no existe, el puerto de Gaza, porque está totalmente destruido. O sea, llegar, no sé, a lo mejor a una playa, rollo desembarco de Normandía, ¿sabes? Como en ‘Salvar al soldado Ryan’?.
Por último, destacó que el papel que en realidad pretendía desplegar la ex alcaldesa de Barcelona y su tropa nada tenía que ver con un papel humanitario:
«¿Tú crees que Ada Colau pensaba ponerse un casco, una mochila de 50 kilos llena de botellas de agua y comida y medicamentos, y saltar a la playa en la franja de Gaza, esquivando las balas del ejército israelí, hasta llevar, no sé, a una mujer con un niño una botella de agua? O sea, ¿eso es lo que tenía en la cabeza? No, obviamente. Ada Colau, ni ninguno de los de la flotilla, tenía en la cabeza nada de eso».