Turismo de aventura: descubre la cueva de El Soplao

07-08-2023

En lo alto de la Sierra de Arnero, a una altitud de 540 metros y resguardada por el manto de la oscuridad, se oculta la verdadera joya geológica de la región de Cantabria. La Cueva de El Soplao presume de un mundo singular de estalactitas y estalagmitas que desafían la imaginación. Quien se adentra en sus cámaras y galerías, se verá envuelto en un espectáculo de formas caprichosas y relucientes que parecen esculpidas por ángeles.

Los amantes de la naturaleza conocen las maravillas que ofrece España. Además, sus parques naturales y espacios protegidos permiten un mejor acceso a estos recursos únicos. La belleza del norte no deja indiferente a nadie: El paisaje rocoso de sus playas y su manto verde hacen prácticamente todo el trabajo. Un apunte es que para completar la ruta por La Tierruca, también es imprescindible visitar el Parque de Cabárceno, a una hora en coche de El Soplao.

Los secretos que esconde la cueva de El Soplao

A medida que se avanza por sus caminos subterráneos, se puede apreciar una magnífica danza de luces y sombras a través de las pequeñas formaciones de aragonito y calcita que cubren paredes, techos y suelos. Se trata de cristales exquisitamente bellos que se han creado a partir de la precipitación de carbonato de calcio, y que invitan a dejar volar la imaginación por la singularidad de sus formas.

Esta gran cavidad se descubrió durante las labores mineras, utilizando algunas de sus galerías como vías de transporte, comunicación y ventilación para la extracción de minerales. De ahí el nombre de "El Soplao", en referencia al fenómeno del aire que se produce cuando una galería minera atraviesa o conecta con una galería de cueva. Se encuentra concretamente en los municipios de Herrerías, Valdáliga (pueblos de Labarces y Roiz) y Rionansa (Celis).

Son muchos los secretos que ha escondido El Soplao durante siglos. Hace 110 millones de años se formó un increíble yacimiento de ámbar, en el periodo Cretácico. Entonces vivían los dinosaurios y los primeros insectos polinizadores, que precisamente han quedado conservados en el ámbar de El Soplao. Apenas descubierto en el año 2008, se trata de uno de los más importantes, junto a Sant Just en Teruel, debido a que los yacimientos de ámbar son poco abundantes en el mundo.

El Soplao dispone de una pasarela expositiva abierta al viajero, pudiendo descubrir hasta 1.500 metros de cueva en las galerías La Gorda y Los Fantasmas. Esta última es una de las más impactantes, caracterizada por sus grandes estalagmitas blancas que simulan las típicas figuras fantasmales.

Se accede a la cueva a través de un tren minero que conduce a la primera galería y donde se puede admirar el auténtico paisaje de espeleología que hace esta eminencia de la naturaleza tan especial.