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Si cae Flandes, cae el Imperio, un artículo de Alfonso del Amo

El autor analiza la decadencia de Santander y el incremento de posibilidades de que el PP pierda su control, con toda la repercusión que pueda tener en elecciones generales y autonómicas.

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16-02-2022

 

Es el duque de Alba quien para enfrentar la rebelión de las provincias de Flandes decide poner en marcha el llamado Camino Español, que irá desde Milán hasta Bruselas y se utilizará para transportar tropa, armas y enseres. Preguntado sin era necesaria tamaña operación logística siguió con ella, pues si caía Flandes, cae el Imperio.

En otro orden de cosas, la realidad política electoral en Cantabria nos ha enseñado que Santander ha sido el bastión sobre el que el PP ha sustentado todas sus victorias electorales, e incluso en épocas de turbulencia política le permite subsistir a la anorexia de gobierno, no olvidemos que el siguiente Ayuntamiento en importancia cuantitativa que gobiernan es … Santa María de Cayón ¡¡¡

La supremacía que sistemáticamente ha mantenido en la Capital de Cantabria, que alberga prácticamente un tercio de los votantes, permite obtener victorias a partir de la expansión política de los diferentes Alcaldes de la Ciudad que mantenían índices de valoración política muy notables, la cual expandía a otro tipo de elecciones, ya fueran estas generales o autonómicas.

Sin embargo la situación en Santander ha cambiado, significativamente, ya que en los últimos tiempos el PP abandona una forma de hacer política municipal muy concreta y claramente definida por otra completamente opuesta, dado que el gobierno municipal acaba en unas manos que no podía imaginarse que podía ocurrir. Es esta conjunción, la de un equipo de gobierno municipal de eficacia morosa y una acción política incomprensible con un criterio político ? muy difícil de entender por lo vacuo del mismo, sitúan la posibilidad  de perder la Alcaldía en porcentajes más que notable.

Como se ha llegado a esta situación …? Cuáles son las causas de este descrédito ante los electores …? La respuesta no es tributaria de una sola causa, son varias, constantes  y tozudas. Podemos empezar señalando la pérdida de renta disponible, en donde la Capital de Cantabria ha pasado de liderar el ranking sobre renta entre los municipios de la Comunidad para tener un descenso que el enfila al triste destino de igualarse en este indicador con Villaescusa, con las consecuencias económicas que ello acarrea.

Tampoco la población ha permanecido ajena a este declinar, son miles los ciudadanos que han dejado de vivir en Santander  modificando en sentido negativo el peso electoral, la importancia económica y la referencia cualitativa en la Comunidad.

Esta pérdida de importancia se expone ante el escenario de una Ciudad sucia, descuidada, sin atender, en un estado de abandono  que hasta estos momentos era desconocido para los santanderinos y que está contribuyendo a crear un caso de cultivo de amplio descontento ciudadano.

Este descontento se ha venido abonando por el panorama acumulado que produce la falta de expectativas ante el futuro, la incapacidad para dotar a la Ciudad de un Plan General de Ordenación Urbana, PGOU,  explica muchas cosas sobre la capacidad de quienes lo deben hacer si además han sido capaces de perjudicar en 630.000 por la evaporación de unos papeles.

La situación es de gran desconcierto al ver como se actúa, abandonando las obras de calado que se caracterizaron por dotar de identidad a Santander, ahora se planean carriles bici atendiendo solamente  a los grupos de presión bicicleteros, obras horteras como la Plaza de Italia o San Martin de Bajamar, mientras se encuentra ahí la amenaza de destrozo que penden sobre el Espigón de Puerto Chico. Todo esto sin el menor atisbo de intervención de calado, de las que empujan a una ciudad camino de la modernidad , del futuro, del bienestar ciudadano.

Todo este mal pasar, esta obstrucción  a la que se encuentra sometida Santander puede tener consecuencias funestas para el Partido Popular que ostenta la Alcaldía y que ha llegado a un agotamiento total que se percibe entre los santanderinos, produciendo un distanciamiento emocional que no se había dado, lo cual puede desencadenar un auténtico cataclismo electoral, pues si cae Santander caerán como fichas de dominó las victorias electorales que la Ciudad impulsaba y el número de Parlamentarios Nacionales caerá, mientras que las posibilidades de gobernar la Comunidad Autónoma se convertirá por mucho tiempo en un sueño irrealizable, así el Partido que en estos últimos años no trabajó en serio la capital recibirá lo que su incompetencia política ha sembrado y cuando caiga Flandes, caerá el Imperio.