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Los fósiles cántabros descubiertos en el suelo de la biblioteca de Segovia dan la vuelta al mundo

Son losas ornamentales, con una antigüedad de hasta 40 millones de años, cortadas y pulidas, extraídas de una roca próxima a la ría o estuario de Tina Menor; de ahí que se comercialice como el nombre de Caliza Tinamenor.

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Los fósiles cántabros descubiertos en el suelo de la biblioteca de Segovia dan la vuelta al mundo
01-05-2016

©EL MUNDO CASTILLA Y LEÓN/TERESA SANZ SEGOVIA
En Segovia ya no se habla de ratones de biblioteca, sino de cangrejos erizos y ostras de biblioteca; de la nueva biblioteca pública, que abrió hace tres meses en el barrio de Nueva Segovia.


La edificación, que supuso una inversión de 12,5 millones de euros, ha traído consigo en las losas del suelo de la planta baja, fósilesmarinos procedentes de Cantabria, con una antigüedad de hasta 40 millones de años.


El hallazgo ha sido catalogado por destacados geólogos, miembros de la Asociación Geología de Segovia y del Instituto Geológico y Minero de España, como «un descubrimiento singular que forma una interesante colección con millones de años». Y ante el elevado número de fósiles que se diseminan por el pavimento, esta asociación sin ánimo de lucro, acaba de editar un mapa didáctico que permite recorrer la Biblioteca segoviana mirando al suelo, para no pasar por alto cada uno de los «principales restos fósiles » de los crustáceos.


Geología de Segovia acaba de publicar en su web la peculiar historia de estos cangrejos marinos y otros millones de bichos, cuya silueta es perfectamente distinguible en muchas de las losas del pavimento.
El origen de estos fósiles marinos que han llegado a tierra firme se debe a que este suelo se ha realizado con losas ornamentales, cortadas y pulidas, extraídas de una roca próxima a la ría o estuario de Tina Menor; de ahí que se comercialice como el nombre de Caliza Tinamenor.


Evidentemente, nadie habló de la ‘categoría’ de los suelos de la Biblioteca, cuyas obras responden a un proyecto pendiente desde hacía un decenio. Tras las estrecheces de espacio que la Biblioteca de Segovia sufrió durante años, en el antiguo edificio del casco histórico, la costosa edificación se agradeció especialmente, pero nadie imaginó que los suelos fueran a traer este catálogo de bichos de la antigu?edad que ahora observan paleontólogos de medio mundo. «La roca procede de canteras ubicadas en el municipio cántabro de Muñorrodero, y tiene un origen marino, depositada en zonas costeras de mares cálidos del Paleógeno; pero destaca sobre todo por la frecuente presencia de fragmentos de fósiles de animales invertebrados; desde moluscos, equinodermos y sobre todo crustáceos del grupo de los cangrejos», explica Andrés Díez, que ha dibujado un plano de situación, con carácter divulgativo, especialmente atractivo para localizar cada uno de ellos.


Entre los millones de bichos, el cangrejo es la especie más abundante y llamativa, por sus características tenazas, que se dejan reconocer perfectamente en el pavimento, pero también hay ostras o conchas y erizos. Además, desde la Asociación Geología de Segovia, se recuerda que los fósiles más abundantes, que «se pueden ver por millones», son los foraminíferos: «unos organismos del grupo de los protistas, unicelulares -a pesar del tamaño que a veces tienen de varios milímetros de largo-, que vivían en el lecho marino», explican.

Según los expertos, los nuevos okupas de la biblioteca corresponden al periodo Eoceno inferior, por lo que tienen una edad aproximada de entre 39 y 40 millones de años.
La singularidad y abundancia de los fósiles ha permitido al Instituto Geológico y Minero de España, elaborar un Mapa guía para recorrer la biblioteca, que añade así a los servicios habituales de lectura, préstamo y actividades culturales.
El segoviano Andrés Díez, miembro del Instituto Geológico en el que trabaja fue uno de los primeros en valorar los fósiles del espacio. Cangrejos, erizos y ostras marinas habían pasado desapercibidas para los trabajadores de la obra y el público en general. No es de extrañar dadas las dimensiones de la nueva Biblioteca, que reparte sus estancias en tres alturas y más de 8.000 metros cuadrados.


Los fósiles solo se encuentran en la planta baja y no en toda la superficie pavimentada, que mezcla en el suelo otros materiales.
Aunque inicialmente el Instituto Geológico se ofreció para realizar visitas guiadas a la biblioteca, el uso de las salas de lectura e investigación que requieren una mayor tranquilidad y silencio, desaconsejaron la actividad. De ahí que los geólogos hayan elaborado un mapa para que los usuarios interesados puedan realizar la visita autoguiada con el mapa en la mano y no pasen por alto ninguno de los bichos marinos fosilizados. «Paleontólogos de medio mundo se han sorprendido con estos fósiles », comentaba a este periódico el segoviano Andrés Díez, orgulloso de la inclusión del descubrimiento en una web de prestigio internacional como es www.paleourbana.com. «De los más de trescientos puntos de interés de fósiles en ciudades de la Unión Europea, España aparece citada en medio centenar de ocasiones y la ciudad de Segovia figura con dos puntos de interés: los cangrejos y su ‘parientes’ de la Biblioteca y los fósiles del altar Mayor de la Catedral», », que también fueron divulgados por esta asociación.