"No puedo pertenecer a UPyD, ignora la democracia interna", dice Rubio y se marcha
El que fuera candidato magenta a Santander presenta su baja como afiliado al no compartir «los personalismos» con los que dice se pilota la formación. La fallida opción de Mazarrasa o la no entrada de La Unión, otros sinsabores.
Ayer nos llegó el comunicado que confirmaba el rumor de los mentideros regionales respecto a la salida de Joaquíon Rubio de la formación política en la cual tenía sus esperanzas.
COMUNICADO para hacer pública la carta por la que anuncio mi dimisión irrevocable de los cargos que ocupaba en Unión Progreso y Democracia (miembro del Consejo Político Nacional y miembro de la Gestora Provisional de Cantabria) así como mi baja de afiliado en UPyD. Como ciudadano que ha defendido públicamente los postulados de esa formación política, deseo compartir las motivaciones que me han llevado a esta triste y dura decisión personal.
“Después de los últimos acontecimientos acaecidos en nuestro partido en Cantabria, que me han llevado a la certeza de que no existe un proyecto político de UPyD en Cantabria, sino dos proyectos personales de ambición política centrados en María Jesús Gurpegui y Román San Emeterio y que desde la dirección nacional ponen en práctica dos formar de medir las actuaciones de los afiliados, en función de su pertenencia al selecto grupo de amigos, conocidos o colaboradores íntimos de los miembros del Consejo de Dirección o no, tengo que comunicaros la triste decisión de abandonar este proyecto político, al que con tanta ilusión me incorporé hace más de cuatro años.
Los pasados 18 meses en Cantabria han supuesto un verdadero suplicio por tener que aguantar una “caza al discrepante” centrada, fundamentalmente, en María Fernanda Linares Urresti y en mi propia persona, a la vez que se han ignorado actuaciones intrigantes de la anterior gestora en relación a una candidatura de consenso que solo era un pretexto para conseguir mi aburrimiento y marcha del partido. He visto con tristeza como se han ignorado denuncias graves contra la anterior coordinadora territorial, amiga personal de Juan Luis Fabo, mientras otras han sido tramitadas con inusitada celeridad.
A todo lo anterior se ha venido a sumar, por lo que se refiere a mi persona, el ninguneo que he sufrido por el recién nombrado coordinador de la gestora (a su marcha de vacaciones ordena a un tercero fuera de la gestora que se encargue de los acontecimientos del partido en Cantabria) ignorando parcialmente al otro miembro de la gestora y a mí en su totalidad.
En resumen, aun teniendo la certeza de que el proyecto ideológico que representa UPyD es esencial para la regeneración de España, no puedo pertenecer a una organización que convierte los elementos de democracia interna en meros formalismos, ejercitando maniobras torticeras para conseguir beneficiar a los afiliados cercanos a la amistad del Consejo de Dirección y que garantizan posturas sumisas a todas las actuaciones del mismo”
Por todo lo anteriormente expuesto, y con profunda amargura y tristeza, presento mi dimisión irrevocable como consejero político nacional y como miembro de la Gestora Territorial de Cantabria, asimismo presento mi baja como afiliado de Unión Progreso y Democracia.
Joaquín Rubio Soler
Era hasta ahora miembro del Consejo Político Nacional y de la Gestora Provisional de Cantabria de UPyD. Su Su número de afiliación al partido es el 13.581
EL MUNDO CANTABRIA
El que fuera candidato magenta al Ayuntamiento de Santander presenta su baja como afiliado al no compartir «los personalismos» con los que dice se pilota la formación
JESÚS LASTRA / Santander Joaquín Rubio, uno de los impulsores del proyecto de Unión Pro¬greso y Democracia (UPyD) en Cantabria, fue el candidato magenta al Ayuntamiento de Santander en las pasadas elecciones de 2011, presentó en la mañana de ayer su dimisión de los cargos orgánicos que ocupaba en el partido y se dio de baja como afiliado. Los motivos, según el propio protagonista, divergencias «en la forma de gestionar» la formación en la Comunidad, una senda que, apuntó, reposa en los «personalismos de Román San Emeterio y María Jesús Gurpegui».
El político, que notificó su decisión a través de una carta y un correo electrónico, recordó a este periódico que «nunca había militado previamente en ningún partido y creía en la regeneración democrática que proclama UPyD».
En cambio, admitió que la época en que la formación está regida por los criterios de una Junta Gestora desde que a principios de 2012 «se tumbase el informe político» del ejercicio anterior «ha sido muy dura». «Nos han considerado críticos y nos han dejado a un lado.
No tenía sentido seguir pese a creer en las ideas que defiende el partido», abundó Rubio. Porque, principalmente, el cisma radica en las diferentes opiniones acerca de cómo debe crecer el proyecto magenta en Cantabria: «Creo que una formación como la nuestra debe ensanchar la base y poder coger músculo para competir con las siglas clásicas.
En cambio, los otros responsables optan por minimizar el partido y que éste se nutra de la influencia de la formación política de Madrid», detalló Rubio que, además, no ocultó otras decepciones como «la alternativa surgida para que Juan Mazarrasa no fuese nuestra opción al Gobierno regional» o el fallido proceso de entrada de La Unión en UPyD.
Reacciones
Los dos principales señalados por Rubio en su salida, Román San Emeterio, coordinador del Conse¬jo Territorial y aspirante en los pasados comicios a la Presidencia autonómica, y María Jesús Gurpegui, otra de las prebostes magentas, asumieron con sorpresa la salida.
San Emeterio, que tuvo noticia de la dimisión por medio de este periódico, optó por darse un tiempo prudencial para conocer los motivos y poder hacer una valoración apropiada al encontrarse actualmente fuera de España de vacaciones. Por su parte, Gurpegui declinó hacer declaraciones sobre lo acontecido y no quiso responder a las acusaciones de Rubio.
El partido pierde así a uno de sus rostros más conocidos después de cuatro años.