"CEOE debe actuar como "lobby" y aglutinante de las asociaciones y empresas que la forman"
El empresario que obtuvo casi el 50% de los apoyos en las elecciones de CEOE, habla sobre el futuro de la comunidad, la refundación y regeneración de la política y la necesidad de definir, para siempre, la estructura político-admi
@CANTABRIA24HORAS.
José Emilio Alonso Gonzalez PRESIDENTE DE LEADING INTERPRISE 49 años, casado, vecino de Los Corrales. Diplomado en Ciencias Empresariales. Diversos cursos y masters en Direccion y Gestión de Empresa Premio al mejor empresario de Cantabria 2008 otorgado por la Revista Mundo Empresarial. Finalista del Premio Emprendedor del año 2009 de: Navarra, País Vasco, Aragón, La Rioja y Cantabria otorgado por el IESE, Ernst & Young y BNP Paribas. 28 trabajando en la empresa familiar hasta llegar a Presidente del Grupo pasando por diversos puestos técnicos y de administración.
¿Cuál es su análisis de la situación económica de Cantabria?
La situación es ciertamente dramática. Estamos en los primeros puestos de las estadísticas referidas a la caída de los Índices de Producción Industrial, de crecimiento de desempleo, de desaparición de autónomos, de cierre de comercios, de ERES, de cierre de PYMES, etcétera. Como a todos los empresarios, me duele presentar un escenario tan grave, pero es la realidad que se ve en la calle y que no se acierta o no se quiere ver desde los despachos donde parece que se recrean en escenarios que nada tienen que ver con el incremento extraordinario del paro, el cierre de empresas, las dificultades del empresario para mantener con sacrificio su empresa en la que hay protagonistas con nombres y apellidos; en fin, una situación que por grave no puede adulterarse con mensajes triunfalistas.
¿El futuro de Cantabria, por la industria o por los servicios?
Indudablemente, el futuro de Cantabria pasa por la industria. Si analizamos la historia reciente de nuestra comunidad, observamos que en las últimas décadas la industria ha representado el gran motor económico.
Una región como la nuestra no puede vivir exclusivamente de los servicios ni del turismo ya que no tenemos población y, además, carecemos de la climatología propia de comunidades turísticas. Es cierto que algunos se empeñan desde una cortedad de miras en promocionar teleféricos hacia ninguna parte. En fin, el debate tiene una conclusión clara: la industria produce los doce meses del años; los servicios, aquí en Cantabria, no más de tres al año. En síntesis, que quienes nos gobiernan y que dicen que escuchan al empresariado, debieran hacerlo de verdad, es decir, oir nuestra voz y demandas que pasan por construir una Cantabria industrial.
¿Qué futuro ve para Cantabria?
Pensando en España, en la realidad nacional, ese futuro solo tiene, ahora mismo, un color, que es desgraciadamente negro. En el contexto actual, mi voz no es otra que la de la inmensa mayoría de empresarios españoles sobre la necesidad de forzar un cambio de rumbo de la política económica y empresarial nacional y regional de forma inmediata ya que estamos abocados a vagar como zombis de forma irreversible si mantenemos exclusivamente las políticas antidéfcit público mientras se abandonan las del crecimiento. Se ha tenido la oportunidad de equilibrar estas políticas; es decir, luchar contra el déficit público articulando un Estado moderno y, al tiempo, impulsando políticas inversoras y de crecimiento.
En este sentido, apelo a que se pongan en marcha medidas como la reducción en las cuotas de la Seguridad Social, el Impuesto de Sociedades, deducciones por inversión e I+D+i, reducción en el IRPF y del IVA, etcétera, que considero son imprescindibles para dinamizar la economía, aumentar el consumo y reducir el desempleo que preveo que acabaremos el 2013 con unos 65.000 parados. Consecuentemente, las soluciones solo surtirán efecto si se acometen de inmediato y lo harán a largo plazo. Pero todo debe ir junto con las medidas indicadas para lograr de verdad el adelgazamiento de todas las administraciones.
En este escenario, los empresarios hacemos todo lo que podemos para que el barco se mantenga a flote; sin embargo, los gobernantes parecen estar ajenos a toda esta problemática y día a día, abandonando las reformas que precisa el Estado y sus administraciones, se alejan más de las demandas ciudadanas.
¿Qué salidas ve para la juventud cántabra ante el paro que les afecta?
La respuesta, lamentablemente, tiene un componente doloroso, pero no estamos para ocultar las verdades. Por ello, si yo ahora mismo estuviera estudiando haría una carrera técnica y me buscaría la vida en otros lugares, que pueden verse incluso lejanos, pero así es de dura la realidad.
¿Se sintió respaldado por el empresariado en las elecciones a la presidencia de CEOE Cantabria ?
No lo digo yo, sino que hablaron los empresarios que nos dieron más o menos el cincuenta por ciento de los apoyos, un porcentaje muy elevado y que demostró la ilusión de cambio que existía en la estructura empresarial. Fue una experiencia vital y empresarial muy intensa. Conocí de primera mano a muchas asociaciones y empresarios con sus demandas y necesidades. En el mes que duró la campaña pude corroborar que el empresariado de Cantabria sufría y sufre un total abandono por parte de la CEOE y de las instituciones. Digo que sufre ya que la situación ha cambiado sustancialmente, pero lamentablemente ese cambio ha sido a peor.
La CEOE está en un limbo muy lejano a la realidad empresarial. Es como un “ministerio” o una “consejería” más que vive de y para la subvención y al pairo del gobierno de turno. Y esta es la CEOE que nosotros no queríamos ya que apostamos por una patronal de los empresarios, no de una clase política.
Recuerdo que durante la campaña los empresarios tenían una queja común: pagaban una cuota y no recibían los servicios por ellos demandados. En ese mal sigue la CEOE si nos atenemos a lo que vemos en el día a día. No está con el empresario, está con una determina política y los políticos que la representan. No creo que sea necesario ser más explícito ya que los empresarios entienden el mensaje.
En resumen, la CEOE debe actuar como lobby empresarial y servir como aglutinante de las asociaciones y empresas que la forman, además de ser la que traslade a los distintos gobiernos las necesidades de los empresarios y apoye a esos gobiernos con su colaboración, bien aportando ideas o actuaciones conjuntas. Y, además, independencia y firmeza a la hora de los análisis.
Todo tipo de corrupción económica ¿gira alrededor de la financiación?
Tengo la seguridad que expreso la opinión del empresariado español si lamento públicamente el nivel de corrupción y de frivolidad que ofrece la política y, por tanto, las instituciones que representan, incluida la Jefatura del Estado. Estas situaciones son devastadoras para la economía y para el empresariado ya que afectan a la imagen de España y provocan una crisis total de confianza.
Es necesario desmantelar la corrupción de los partidos, que es una corrupción organizada y la corrupción de políticos; es decir, hay que restablecer la honradez pública y para ello es necesario acabar con las estructuras de poder interno de los partidos que promocionan al vago, al que no está preparado y no ha demostrado capacidad en la actividad privada. En política como al frente de las empresas, tienen que estar personas capaces, responsables y honradas.
Los empresarios somos los primeros en sufrir las consecuencias de que nuestra credibilidad como país esté por los suelos. Si a esto se añade que los mercados están pendientes de cualquier acontecimiento que ocurra en nuestro país para valorar nuestro riesgo, la conclusión es que tenemos la “tormenta perfecta”.
¿Qué medidas aplicaría para evitarlo?
Creo que las soluciones están en la mente de todos, pero los grandes partidos no quieren llevarlas a cabo. Los ciudadanos, entiendo, queremos una refundación del sistema político surgido en la Transición y, a la vez, que exista una regeneración a todos los niveles. España necesita una reconducción que no la debemos limitar al plano económico ya que debe afectar al plano político, moral, intelectual e identitario; en consecuencia, necesitamos "una revolución en toda regla". Sé que esto puede sonar a utopía, pero insisto en que es nuestra obligación, una demanda que tenemos como personas individuales y como nación.
Pero le pediría mas concreción de cuanto dice.
Bien, todo lo que he dicho en el nivel práctico pasaría por una reforma en profundidad de nuestro sistema electoral, comenzando por las listas abiertas, que el valor de un voto sea igual en cualquier punto de la geografía nacional, que además los candidatos demuestren un bagaje profesional previo ajeno a la política, eliminación de las prebendas económicas y de todo tipo, establecer por ley la inelegibilidad de los acusados por delitos de corrupción, tipificación del delito de financiación ilegal de los partidos y del enriquecimiento ilícito de cualquier cargo público, elaboración de una Ley de Trasparencia por la que cualquier ente público y/o político deba detallar públicamente su contabilidad, etcétera, es decir, una gran reforma del sistema actual que además tenga como divisa la libertad.
Algunas de las ideas expresadas, sobre todo la de luchar contra la corrupción, se puede sintetizar en esta reflexión sobre financiación pública. Si los partidos, sindicatos, patronal y, en general, cualquier tipo de organización, se financiase únicamente con el dinero procedente de la cuota de sus afiliados y de las donaciones de sus simpatizantes, al tiempo que existiera un control estricto de sus contabilidades, estimo que estaríamos acabando con el problema de la corrupción y de la financiación ilegal de los partidos políticos y resto de organizaciones.
¿Es partidario de racionalizar la Administración, por ejemplo, eliminando el Senado, las diputaciones y reduciendo el número de ayuntamientos?
Este es un tema en el que coincidimos todos los empresarios que en el día a día tenemos que sacar adelante una empresa o un negocio, al considerar que una buena parte del estancamiento y de la depresión de nuestras economías se debe a la hipertrofia de una Administración muy superior al que los debilitados sectores privados y las economías domésticas se pueden permitir. El problema abarca a todas las administraciones: local, provincial, regional, nacional e internacional.
Lo que ocurre es que en nuestro país, quizás por ser una democracia menos antigua, este problema es grave y no admite dilaciones ya que no podemos mantener cuatro administraciones y todas ellas desmesuradas. Lo que pasa en nuestro país es espeluznante pero no lo es menos lo que ocurre en la Administración europea. Precisamente estos días se está negociando el presupuesto de la Unión para los próximos años y este equivale al PIB de todo un año de España, es decir, un billón de € para alimentar a las vacas sagradas de la política europea y al sinfín de funcionarios que les atienden ¿de verdad necesitamos gastar esa barbaridad de dinero? La respuesta creo que es evidente y es no.
En España tenemos que “limpiar la casa desde dentro”, tenemos un Tribunal Constitucional politizado que no es útil, un Senado donde recalan aquellos políticos que están “quemados” por diversas circunstancias, las autonomías son monstruos burocráticos que duplican y triplican competencias de otros organismos, las Diputaciones son totalmente prescindibles y tememos cientos y cientos de mini ayuntamientos dispersos por la geografía nacional que bien se podrían reorganizar en unidades de +/- 20.000 habitantes para ser operativos y aliviar la carga impositiva que todo esto supone
Y a esto que ya es mucho, tenemos que añadir las empresas públicas, que la tradición nos dice que son un nido de amiguismo del gobierno de turno y herramienta que se utiliza para hacer opacas maniobras económicas fuera de los presupuestos del organismo público del que dependen.
Sé que todo esto es políticamente incorrecto pero o adelgazamos la administración de forma brutal o no salimos de este hoyo donde estamos metidos. Toda esta fiesta la pagamos con nuestros impuestos y es inasumible.
Su empresa ¿es optimista cara al futuro
A pesar de todo el contexto explicado, tengo que ser necesariamente optimista en las posibilidades de mi empresa. Veo, sin embargo, un 2013 lleno de problemas y de baches en el camino con una industria nacional en situación agónica con un mercado que se dirige a la exportación. Nuestra cuota de exportación es, bien directa o indirectamente, casi del cien por cien. Llevamos ya varios años orientando nuestro mercado al exterior y hoy estamos recogiendo los frutos del gran esfuerzo inicial que esto supone. Como colofón a esto creamos una empresa en Inglaterra que trabaja para el sector del Gas&Oil y que ha desarrollado dos patentes para productos que fabricamos aquí en San Felices. Esta firma, EPS, ha firmado un acuerdo de colaboración con la multinacional ABB de manera que los productos que nosotros fabricamos son vendidos por ellos en todo el mundo bajo su marca comercial.
Otra gran apuesta es nuestro Centro Tecnológico INNOVA en el cual un nutrido número de personas muy especializadas y enormemente preparadas realizan labores de I+D+i. Nuestro Centro Tecnológico es el único de capital 100% privado que existe en Cantabria y nuestra apuesta de futuro pasa por su pleno desarrollo.
¿Para cuándo considera que habrá de verdad brotes verdes?
Mire, me pregunta algo realmente difícil y más si confieso que mi bola de cristal se encuentra prácticamente fundida. Nuestro verdadero drama es que tenemos 6 millones de desempleados y sus familias que apenas consumen y por mucho que quiera tirar el sector exterior éste es incapaz de mover y relanzar la economía.
Si quiere que le dé una fecha sin compromiso seria esta: una estabilización de la economía con crecimiento cero a finales del 2014 y un ligero repunte en positivo en el segundo semestre del 2015. Este es mi pronóstico, pero insisto que mi bola de cristal como la de muchos empresarios no nos permite hacer de adivinos, aunque luchemos día a día por cambiar esta situación de decrecimiento que tanto nos afecta a todos los españoles.