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La fragata Extremadura: Cantabria tiene que decidir

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Hoy se reune el Patronato que fue constituido a instancias de Cantabria sobre el futuro de la fragata Extremadura, una iniciativa tenaz de la "Agrupación de Veteranos de la Armada" que lograron en 2007 se constituyera el "Patronato de la Fundación Fragata Extremadura". Nacía con buenos apoyos para una singladura con posibilidades de éxitos.Nada menos que cinco patronos representaban al Gobierno de Cantabria, la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento de Santander, la Asociación Cultural Santiago y la propia Asociación de Veteranos de la Armada; con su firma sellaron aquel pacto de honor entre caballeros: «la fragata Extremadura sería conservada en el puerto de Santander, una vez hecha la cesión por la Armada».

Los compromisos tienen que cumplirse y de esta manera hoy las instituciones que crearon aquel patronato tienen la posibilidad de hacer realidad que la Extremadura no vaya al desguace y termine en Cantabria como una alternativa fomentada desde una ciudad y región que mira al mar. Para la reunión de hoy, la Universidad de Cantabria ha preparado un informe de viabilidad técnica y económica que merece ser tenido en cuenta para abrir un debate y decidir. Mejor hoy, que mañana.

ARTÍCULO DE JUAN JOSÉ FERNANDEZ TEIJEIRO SOBRE LA FRAGATA EXTREMADURA

"Amor a la mar y a los barcos, para mayor grandeza de España" (Lema de los Capitanes de Yate)

La ilusión, el entusiasmo, la tenacidad y la hombría de bien de la "Agrupación de Veteranos de la Armada" hicieron posible que el día 30 de marzo de 2007 se constituyera el "Patronato de la Fundación Fragata Extremadura". Nacía con buena mar y buen viento. Nada menos que cinco patronos representaban al Gobierno de Cantabria, la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento de Santander, la Asociación Cultural Santiago y la propia Asociación de Veteranos de la Armada; con su firma sellaron aquel pacto de honor entre caballeros: «la fragata Extremadura sería conservada en el puerto de Santander, una vez hecha la cesión por la Armada».
Desde esa fecha, y hasta ahora -casi tres años-, han venido sucediendo un cúmulo de maniobras fallidas, de rumbos sin norte, de esperanzas rotas, declaraciones más o menos turbias o, cuando no, silencio . La F-75 "Extremadura", dada de baja en 2006, sigue en aguas de Ferrol.
El Ministerio de Defensa ya ha dado su conformidad a la propuesta de la Armada para la cesión y firma en su momento del convenio oportuno. Santander, de esta forma, podría contar con un Museo naval flotante, el primero de este tipo en España. Han sido muchas las voces desde distintos frentes, institucionales y particulares, que se han unido a este hermoso proyecto.
Hace unos meses, a lo que podría ser juzgado, en principio, como un romántico sueño se ha unido el informe técnico riguroso elaborado por la Escuela Superior de la Marina Civil de la Universidad de Cantabria: la fragata puede emplazarse en el dique Gamazo. Por otra parte ha sido elaborado el estudio económico sobre la viabilidad del proyecto y su mantenimiento. No falta, por supuesto, el gran interés cultural que significaría para la ciudad contar con este museo, y las otras posibilidades -escuela, albergue, sede social, etc.- que abarca el esquema. La Cantabria marinera, con hombres que viven en la mar y de la mar, y que en ella trabajan; con campeones olímpicos en la navegación deportiva; con navegantes, marinos y almirantes que por todos los mares trazaron rutas y dejaron grabadas páginas de nuestra historia naval, no puede permanecer impasible y dejar que todo se desvanezca.
Asturias ofrece a la Armada el puerto de Gijón para la F-74 "Asturias", dada de baja en el pasado mes de junio. ¿Qué está pasando? Dos museos flotantes en el Cantábrico ya sería algo inviable ¿Nos percatamos de la insensatez que supondría dejar dormida esta noble aspiración de muchos cántabros de mar y de tierra? ¿A qué se debe este irresponsable silencio?
Muchos cántabros recordarán, aún no son fechas muy lejanas, cuando la visita al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, parecía un sueño, una quimera. ¡Quién iba a imaginar que aquella idea -una locura- de Juan Hormaechea iba a llegar a ser la mayor proyección cultural que hoy tiene nuestra región! Amigos "Veteranos de la Armada": vuestra aventura -¡bendita locura!- tiene que llegar a buen puerto. Los caminos en la mar-lo dice el poeta- son las estrellas. Para quienes aman la mar la línea del horizonte no es un límite, sino la esperanza de alcanzar siempre un destino; por desgracia, algunos, ni con catalejo, jamás verán más allá de las campas y los bardales.
Hace unos meses despedimos al patrullero "Marola". Muchas generaciones de cántabros recibieron en este buque su "bautismo de mar". No fue una jornada alegre. Hoy, la F-75, "Extremadura", que lleva el nombre de una tierra sin mares, pero sí de conquistadores, busca un trozo de mar Cantábrico, en nuestro puerto de Castilla, pues Santander, lo ha sido y seguirá siendo "Castilla al Mar". Vosotros se lo habéis brindado. ¿Llegarán los niños y jóvenes de mañana a aprender la vocación marinera y el amor a la Patria en los vestigios que guardan esos trozos de nuestra España que son sus barcos?
Alguien tiene que decir la última palabra. Quizás la situación comprometida judicialmente en que se encontraba la Autoridad Portuaria impedía su ocupación sobre estos temas. Hoy, por fortuna, la situación ya no es la misma. Recordemos al almirante Méndez Núñez: «Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra»; no sé si acabaremos perdiendo este barco, pero, por encima de todo, no perdamos la honra. El Gobierno que un día firmó su compromiso debe de reunir al Patronato. Nobleza obliga.

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