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El mercado libre

Por Alfonso del Amo Benaite

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Este mes de Febrero pasado doce Países firmaron un acuerdo comercial por el que se crea el mayor mercado abierto del mundo.

U.S.A, Japón, Canadá, Australia, México, Nueva Zelanda, Vietnan, Brunei, Chile, Malasia, Perú y Singapur cerraron un proceso que establece una nueva normativa comercial que afecta al 40 % de la economía mundial.

Además de los Países firmantes, se verá afectado por el tratado el gigante chino que contemplará como las normas comerciales en la zona Asia-Pacífico serán protagonizadas por los firmantes del acuerdo que tomarán la iniciativa en decisiones socio-económicas que supondrán una nueva era en la zona, desplazando, puede que definitivamente, la primacía económica del Atlántico al Pacífico.

En sentido contrario nos encontramos con el Acuerdo Trasatlántico de Libre Comercio e Inversiones, el TTIP, que se empezó a poner sobre la mesa en el año 2013 y que tenía un objetivo claro : Que la Unión Europea y U.S.A alcanzasen un beneficio mutuo abriendo los mercados a las transacciones de productos, servicios e inversiones.

No está de más recordar ahora las palabras de quien era entonces Comisario de Comercio de la UE, el Belga Karel De Gucht : “Iremos más allá de lo que se pueda conseguir por medio de la Organización Mundial de Comercio”.

Se trata, se trataba…? de abrir las inmensa posibilidades que la libertad de comercio ofrece para más de setecientos millones de consumidores, que con menos obstáculos gana, mayor capacidad de elección, mejores productos y servicios, competencia de precios siendo el consumidor el objetivo central de deseo empresarial y estas, las empresas se les abrirán mayores posibilidades de expansión e internacionalización, en una zona libre, abierta, con beneficios indudables para todos, personas y empresas, en donde las Naciones encontrarán más que evidentes ventajas.

Hermoso verdad…? Será entonces que al vislumbrar que la libertad puede ganar terreno, sindicalistas, ongs, organizaciones apesebradas por lo público y algunos Parlamentarios de la Unión Europea se han puesto como panteras iniciando una batalla para que el Tratado de Libre Comercio no llegue a buen fin…?

Lo que desde luego puede ocurrir es que Naciones por un lado, las del Pacífico, son capaces de afrontar desafíos desde la libertad, mientras que otras, las del Atlántico, se muestran incapaces de adoptar acuerdos similares y en donde Podemos o el Frente Nacional Francés se unen con un mismo objetivo : Restringir la libertad.

Cual será el futuro…? sin duda el de una Unión Europea que vio pasar la oportunidad, no fue capaz de sumarse a ella y el protagonismo estratégico y económico se desplazó del Atlántico al Pacífico.

El mercado libre

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Este mes de Febrero pasado doce Países firmaron un acuerdo comercial por el que se crea el mayor mercado abierto del mundo.

U.S.A, Japón, Canadá, Australia, México, Nueva Zelanda, Vietnan, Brunei, Chile, Malasia, Perú y Singapur cerraron un proceso que establece una nueva normativa comercial que afecta al 40 % de la economía mundial.

Además de los Países firmantes, se verá afectado por el tratado el gigante chino que contemplará como las normas comerciales en la zona Asia-Pacífico serán protagonizadas por los firmantes del acuerdo que tomarán la iniciativa en decisiones socio-económicas que supondrán una nueva era en la zona, desplazando, puede que definitivamente, la primacía económica del Atlántico al Pacífico.

En sentido contrario nos encontramos con el Acuerdo Trasatlántico de Libre Comercio e Inversiones, el TTIP, que se empezó a poner sobre la mesa en el año 2013 y que tenía un objetivo claro : Que la Unión Europea y U.S.A alcanzasen un beneficio mutuo abriendo los mercados a las transacciones de productos, servicios e inversiones.

No está de más recordar ahora las palabras de quien era entonces Comisario de Comercio de la UE, el Belga Karel De Gucht : “Iremos más allá de lo que se pueda conseguir por medio de la Organización Mundial de Comercio”.

Se trata, se trataba…? de abrir las inmensa posibilidades que la libertad de comercio ofrece para más de setecientos millones de consumidores, que con menos obstáculos gana, mayor capacidad de elección, mejores productos y servicios, competencia de precios siendo el consumidor el objetivo central de deseo empresarial y estas, las empresas se les abrirán mayores posibilidades de expansión e internacionalización, en una zona libre, abierta, con beneficios indudables para todos, personas y empresas, en donde las Naciones encontrarán más que evidentes ventajas.

Hermoso verdad…? Será entonces que al vislumbrar que la libertad puede ganar terreno, sindicalistas, ongs, organizaciones apesebradas por lo público y algunos Parlamentarios de la Unión Europea se han puesto como panteras iniciando una batalla para que el Tratado de Libre Comercio no llegue a buen fin…?

Lo que desde luego puede ocurrir es que Naciones por un lado, las del Pacífico, son capaces de afrontar desafíos desde la libertad, mientras que otras, las del Atlántico, se muestran incapaces de adoptar acuerdos similares y en donde Podemos o el Frente Nacional Francés se unen con un mismo objetivo : Restringir la libertad.

Cual será el futuro…? sin duda el de una Unión Europea que vio pasar la oportunidad, no fue capaz de sumarse a ella y el protagonismo estratégico y económico se desplazó del Atlántico al Pacífico.

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